Policiales Gravísimo caso en Oro Verde

Hermanitos abusados: El comisario acusado dio su versión de los hechos

Mario René Wolff Furlong relató una historia de violencia paterna. Atribuyó a esto las denuncias y los hechos sufridos por los chicos. Habló de un "odio irracional" de parte del padre de los mismos hacia él.
Once ciudadanos, la mayoría oriundos de Oro Verde y otros de Paraná, fueron imputados por los presuntos delitos de Corrupción de menores, Abusos sexual simple, Abuso sexual con acceso carnal y Abuso sexual agravado contra dos niñas y un niño. Los tres hermanos fueron sometidos a gravísimos vejámenes durante prolongados períodos.

"Entre los 11 imputados hay dos policías y uno de ellos es un comisario general: Mario René Wolff Furlong. Ahora él está retirado, pero en ese momento estaba en actividad. En el expediente hay datos que hablan de que este hombre podría tener una responsabilidad aún mayor que la que se le atribuye respecto a los abusos. Hay un dato que dice que este hombre habría liberado la zona de camino hacia Santa Fe por el Túnel para trasladar a una de las víctimas a la vecina provincia", había explicado durante el programa El Ventilador de Elonce TV el periodista de policiales, Néstor Bellini. Aseguró al respecto que "la causa empezó a sustanciarse a partir de una denuncia que se presentó en Tribunales en julio de 2013. Los hechos datan de 2005 a 2011 y las víctimas son tres niños. La causa desde 2013 a 2017 estuvo prácticamente dormida. Hubo una decisión del Ministerio Público Fiscal de reflotar esta causa, la fiscal Laura Cattaneo se la puso al hombro, volvió a revisar las Cámara Gesell y vio que lo que se empezó a investigar como un abuso intrafamiliar en un solo caso respecto a una sola víctima, en realidad era algo mucho más amplio, continuado en el tiempo y que involucraba a terceras personas".

El descargo del Comisario retirado
Una vez que su nombre tomó estado público, Wolff Furlong hizo su descargo y dio una versión de los hechos en la que apunta a una historia de violencia paterna detrás de las denuncias y los hechos sufridos por los chicos.

El comisario retirado de la Policía provincial dio cuenta de un supuesto contexto en el cual sus sobrinos (las víctimas de la causa) refirieron los hechos padecidos: señaló una interna familiar ante el divorcio de los padres de los chicos (hoy jóvenes), y la violencia perversa por parte del abuelo paterno (comisario, fallecido) y del padre (integrante de una fuerza nacional) con la cual los chicos se criaron.

Está demostrado en la investigación que los niños fueron víctimas de abusos sexuales. La causa se inició en 2013, con la denuncia del padre de las víctimas y posteriormente el abuelo, en la que se apuntó a varias personas de la rama materna de la familia. En 2016 se amplió la denuncia y lo involucraron a Furlong.

"Yo soy hijo de mi mamá solamente, y mi padrastro con mi mamá tuvieron al padre de estos chicos. Cuando mi madre se juntó con este hombre, llegó a conocer lo que era: un violento", afirmó. .

Tras relatar los "privilegios" que tenía su medio hermano "por ser el legítimo, yo era el entenado", afirmó que "él (por el padre de las víctimas) vio cómo la castigaban a su madre y también fue castigado, y al mamar desde tan chico esa violencia, cuando se casó no conocía otra cosa que maltratar física y psicológicamente a la persona que estaba con él".
"Mi hermanastro se casó con una persona. Él consigue un trabajo (en una fuerza nacional) y se va en comisión a otra provincia, y tuvieron cuatro hijos. Paralelamente en Paraná, mi madre enferma de cáncer de páncreas en 2007 o 2008. Entonces el abuelo de los chicos le pide a su hijo que regrese y que esté un tiempo con la madre. Esta familia, de mi hermanastro con esta chica, no conocía otra cosa que la violencia, física y psicológica", agregó.

"Yo trabajaba en el interior, volví a Paraná en marzo de 2008. Vivía afuera y aún así con mi familia visitábamos a mi madre. Acá se habla de que los abusos fueron entre 2005 y 2011, y yo llegué a Paraná en 2008", recordó Furlong.

Los abusos
Recordó que "un día, cuando fui a visitar a mi mamá, mi padrastro y su hijo delante de mis hijos me dicen 'a vos te vamos a hacer sacar esposado de Jefatura'. Yo era un comisario ya de muchos años de carrera, con un legajo intachable, funcionario de carrera que fui pasando todos los estamentos. Llegué con dos de mis hijos, estaba sentado el abuelo y mi hermanastro".

El episodio que sucedió en ese momento, según lo relatado por Furlong, fue que el padre de los chicos fue a buscar a la habitación a su hijo (por entonces de alrededor de 12 años). Se escuchó que el nene se negaba y lo llevó al comedor por la fuerza, desalineado y despeinado. Tanto su padre como su abuelo le gritaban que cuente algo; lo obligaron a jurarlo por la virgen (tenía una imagen colgada en el pecho) y el abuelo le vació en la cabeza una botella de agua que sería bendita; el padre gritaba "¡salí demonio si estás adentro!". El chico contó, entonces, que un día lo buscó su tío (Furlong) y fueron a la casa de su madre. Allí su tío tuvo relaciones sexuales con su madre, su tía y su abuela; luego llegó el abuelo materno y tuvo relaciones con él. Cuando terminó, Furlong y sus hijos se enojaron con el padre y abuelo del chico y tras una discusión se retiraron. Los hijos de Furlong declararán en el juicio este episodio que demostraría la inducción de los hombres, bajo una fuerte coacción, para que el chico contara ese hecho, según publica diario Uno. Dicho medio menciona que la defensa de Furlong cuestiona sobre la acusación la ausencia de mención del hombre en las primeras declaraciones y en Cámara Gesell; la incriminación a cualquier persona que se vinculara a la madre de los chicos (la mujer de la carnicería, la dueña del departamento que alquilaba, una amiga que fue una sola vez y ni siquiera fue señalada en la rueda de reconocimiento); orgías de 13 personas en un monoambiente pegado a otros iguales habitado por estudiantes; sometimientos y abusos con modalidades que deberían haber dejado secuelas físicas que en su momento nadie notó; falta de medidas de prueba elementales que se debieron hacer, por ejemplo.

Pero lo que más cuestionan es que se parte de la "falsa premisa" de que los chicos no mienten.

"Es un odio irracional", describe Furlong sobre su medio hermano. "Trabajé en muchas causas con niños víctimas que me pegaron mucho, muy sensibles para mí. Esta imputación me indignó notablemente, y mostrar mi rostro y mis datos con nombre y apellido en los medios, tan livianamente ¿cómo queda esto después? ¿Cómo remonto? Por eso me presento a esta entrevista para dar la cara, para ofrecer mi punto de vista y mi colaboración en esta causa", dijo.

"Como tío de esos chicos quiero que se llegue a la verdad. Con calumnias se llega a la injusticia, y a la humillación. Estos chicos fueron humillados, golpeados, supuestamente ultrajados. Busquemos la verdad, como padre de familia, tío de esos chicos, como auxiliar de la Justicia que fui, me pongo a disposición, quiero saber la verdad. Necesito ser sometido a todas las pericias que el Tribunal determine, pero también quiero que la Justicia llegue al fondo de todo esto y que busquemos la verdad. Conmigo se equivocaron. Acá hay una interna familiar en la cual soy salpicado", sostuvo.

Por último, Furlong acotó: "Estoy del lado de las víctimas, y quiero ayudarlos para que recompongan su vida, su salud psicológica. Niños, hoy jóvenes que sufrieron pero siempre hay oportunidades de regenerar la vida. No estoy cerrado ni les guardo ningún rencor, al contrario, me mueve la voluntad de Justicia y verdad. Desde donde está mi madre debe estar sufriendo por lo que les pasó a sus nietos. Ojalá lleguemos a la verdad de todo esto".
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