Ante la intransigencia del joven, la jueza de Garantías rechazó el acuerdo que contemplaba pena de cumplimiento condicional. Ahora irá a un juicio oral y público.
En no pocas ocasiones los imputados de cometer un delito llegan a la instancia de juicio abreviado y por distintos motivos, exhiben notorias dificultades para aceptar el hecho que se les imputa tal como lo sostiene la acusación pública.
El reconocimiento del hecho es uno de los requisitos para acceder al trámite abreviado. Algunos lo reconocen a regañadientes, sabiendo que la instancia de juicio ordinario les puede deparar un destino no tan beneficioso, otros hacen flaquear el acuerdo, pero por aquella razón terminan dando el "sí" y reconocen la imputación.
Ayer, la paciencia de cuatro operadores judiciales y su convicción en que el servicio de Justicia debe contemplar los intereses de las víctimas y la situación del imputado, fueron puestos a prueba.
Por robo calificado
Sólo la intransigencia del acusado, que en cuatro oportunidades se negó a reconocer el hecho tal como le fue leído, hizo que la jueza de Garantías Nº 2, Marina Barbagelata, decidiera rechazar el acuerdo celebrado "trabajosamente" entre el fiscal Martín Wasinger y los defensores oficiales Jorge Sueldo y Jorge Balbuena.El hecho imputado fue calificado como Robo calificado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no se pudo acreditar.
El hecho imputado consistió en que "el 8 de diciembre de 2015, aproximadamente a las 13.30 BLD junto al menor inimputable AMR, se acercaron a dos chicas de 17 años y 15 años, que se encontraban sentadas en la parada de colectivos de calle Montiel casi Gutiérrez, y mientras BLD les apuntaba con un arma de fuego cromada que tenía envuelta en una remera, el menor les intentaba arrebatar la cartera que llevaban y les decía que si no se la daban, las matarían, logrando apoderarse solamente de un celular que se le cayó a una de las chicas en el forcejeo".
Negó que portaba un arma
El joven, que tenía 17 años al momento del hecho, se negó a aceptar que portaba un arma y dijo que luego devolvió el celular.No obstante su negativa, la causa contó con el testimonio de las menores, que conocen al imputado del barrio, quienes no sólo lo reconocieron sino que sostuvieron que las amenazaron con un arma que el acusado ocultaba envuelta en una remera anaranjada, publicó El Diario.
La negativa del joven, que presenta un retraso madurativo moderado pero no le impide comprender la naturaleza de los hechos que comete, lo llevó a proferir que la víctima "es una gurisa mentirosa".
Sin embargo, ayer dejó pasar una oportunidad que no volverá a presentársele, puesto que tras el rechazo, la causa será remitida a juicio oral y público.
Ni la madre lo convenció
La madre del joven lo acompañó a Tribunales y presenció la audiencia. La mujer vio cómo su hijo dilapidaba una oportunidad única.En un momento de densa tensión le pidió la palabra a la jueza, quien atinadamente se la concedió, para explicarle a su hijo que no iba a ir a prisión, sino que iba a estar en su casa "sólo si se portaba bien".
En este punto, Barbagelata le aclaró que estaría condenado, pero en libertad, la que mantendría si cumplía con las restricciones que se le impondrían. Nada de esto bastó para que entrara en razones. Como así tampoco la preocupación de la jueza, que se esmeró en que el joven comprendiera lo que se estaba poniendo en juego en la audiencia.
