



“Uno cuando es madre empieza a mirar el mundo a través de los ojos de sus hijos y, entonces, las realidades impactan mucho cuando ve que hay tanta injusticia siendo que todos los niños deberían tener el mismo derecho, pero evidentemente no es así”, lamentó la artista uruguaya.
“Comencé a ser embajadora de UNICEF cuando quedé embarazada y todo tomó otro significado; si bien uno debería ser empático siempre, teniendo o no teniendo hijos, pero en mi caso particular y charlando con Nazareno es un orgullo que a un chico le guste ir a la escuela y que apruebe todas las materias”, repasó al estar al lado de un niño de 11 años de barrio San Martín, quien representa un emblema de supervivencia y en reconocimiento a él, la escuela lleva su nombre: "Los Nazarenos".
“El esfuerzo siempre es lo más importante, pero el esfuerzo viene después de tener un plato de comida antes. Es difícil ir a estudiar sin tener las necesidades básicas cubiertas”, remarcó Oreiro.

“Tengo un origen bastante similar al de este barrio y quisiera creer que no necesariamente uno debiera comprender y empatizar con las situaciones humildes cuando tiene un origen humilde, pero en mi caso viene de ahí. Y, en definitiva, la posibilidad de tener un micrófono para amplificar una realidad es un deber y algo que necesito hacer y algo que necesito hacer”, sentenció.


“Este es un barrio humilde, con muchas necesidades económicas; somos entre 400 y 500 familias y cada vez somos más desde la pandemia porque quienes antes alquilaban, ahora buscan un lugarcito acá”, contó Alicia, una de las referentes de salud de La Poderosa.
“Es una gran emoción que semejante mujer llegue a nuestro barrio”, ponderó una de las jóvenes presente en la visita de Oreiro.
