Paraná Violencia en escuela

Afirman que niños que denuncian agresiones “cortaron con navajas” a otro alumno

“Mi hijo mayor reaccionó con el alumno que es menor, pero cansado de ver a su hermano con un cordón en el cuello”, dijo a Elonce TV la mamá del adolescente acusado de agresión en la escuela de la Base. Dio detalles de los hechos.
Algunos padres se reunieron este jueves frente a la Escuela E.E.T. 3 "Teniente Luis Cenobio Candelaria" para denunciar hechos de violencia registrados en el establecimiento de la Base Aérea de Paraná. Apuntaron contra un adolescente de “16 o 17 años”, acusándolo de haberle causado severas lesiones a un chico de 12 años. Conocida la acusación, Paola de Aracil, madre del chico al que habían señalado como agresor dio su versión y coincidió en cuanto a la falta de medidas para controlar la situación por parte de las autoridades del establecimiento.

“Esto viene desde marzo. Mi hijo ha sido agredido en reiteradas oportunidades. Hay actas firmadas en la escuela. Nos hemos apersonado con mi esposo y pedido soluciones a las autoridades, pero la señora rectora jamás se hizo responsable de la situación, al punto que el 27 de septiembre mi hijo de 12 años fue atado con un cordón a un banco y cortado con navajas por parte de estos niños (que serían los hijos de las madres que denunciaron anteriormente agresiones). Estos chicos se cansaron de hacerle bullyiung. Hay denuncias policiales y en Fiscalía”, relató a Elonce TV.
Y continuó: “Nos está acompañando el Copnaf. Los únicos que estuvieron a la altura de las circunstancias fue la directora Departamental de Escuelas, Adela Ramírez, y el doctor Pablo Obaid, mientras que la rectora le proporcionó mis datos personales, número de teléfono y domicilio a esta familia agresora. Lo que denuncio consta en acta”.

Admitió enseguida que “mi hijo que va a cuarto año reaccionó, cansado del acoso constante hacia su hermano menor. Un chico que está en cuarto año, que fue invitado a un año antártico, ve trunca su carrera porque esta señora (por la rectora) nunca tomó cartas en el asunto, porque le queda grande la escuela. Los únicos que nos acompañaron han sido el jefe de taller y los profesores aeronáuticos”.

“Mi hijo mayor reaccionó con el alumno que es menor, pero cansado de ver a su hermano con un cordón en el cuello. Los médicos policiales constataron cada una de las agresiones de las que estoy hablando”, enfatizó De Aracil.
Y amplió: “Testigo de esto fue mi hija que va a tercer año. Cuando lo escucha al hermano gritar adentro del aula se acerca con los compañeros y gracias a eso pudo sacar a uno de los chicos que estaba parado en la puerta, mientras el otro lo ataba a un banco y lo cortaba en los brazos con una navaja”.

Aseguró al respecto que “cuando mi hijo va a buscar un preceptor, éste le contesta: andá a lavarte los brazos y seguí jugando, no seas maricón. Esa fue la respuesta de quien debía estar cuidando el aula y el patio”.

Sus hijos no van en estos días a la escuela porque “de ser víctimas pasaron a ser los vándalos. Acá dan vueltas las cosas como quieren, pero tengo todas las denuncias y pruebas. De la escuela la rectora jamás levantó siquiera el teléfono para hablar conmigo”.

“Decidimos sacarlos de la escuela porque ya no es segura. Es territorio nacional, por lo cual la policía de la provincia no tiene jurisdicción y se ha negado todo tipo de información”, completó la madre.
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