La zona afectada abarcó Ramírez, Patagonia, Racedo-Ituzaingó y Uruguay-Cervantes; y entre Ramírez, y avenidas Churruarín, Blas Parera y Almafuerte.
Los trabajos consistieron en el reemplazo de cuatro llaves, dos en una cañería de 300 milímetros de diámetro y los restantes en otro caño de 200 milímetros. El recambio de esos dispositivos facilitará maniobras de presiones y caudales del suministro, en los casos que se requieran para el funcionamiento adecuado del servicio, o para aislar circuitos de distribución ante eventuales intervenciones en la zona.
Se trató de una labor de magnitud no solo por la dimensión de los acueductos y la cantidad de válvulas a sustituir, sino también por el peso de cada llave, por lo que debió utilizarse una retroexcavadora.