Estudios recientes indican que en nuestro país se produce una tonelada de basura cada dos segundos y en Paraná unas 8400 por mes.
La lógica consumista en la que estamos inmersos como sociedad y la creación permanente de nuevas necesidades de compra, provocan que tengamos un estilo de vida cada vez menos amigable con el medio ambiente y que la producción de residuos siga creciendo.
A su vez, la ciencia y la tecnología llevaron a que los materiales fabricados a nivel industrial vayan perdiendo calidad biodegradable para hacerse cada vez más sintéticos impidiendo ser asimilados por la naturaleza, agravando la contaminación. Mientras aumenta la depredación sobre los recursos naturales, como ríos o arroyos que atraviesan toda nuestra geografía, depósitos como el Volcadero de Paraná se tornan incontenibles y ganan espacio los minibasurales.
Una situación que, en algunos casos ha logrado ser revertida con la colocación de contenedores pero que en muchos otros constituye un peligro latente para la salud de los vecinos y en el bienestar del barrio en general.
Entonces, referirnos al problema de la basura implica pararnos frente a un desafío colectivo sobre el cual es preciso y urgente trabajar en conjunto.
Separar y reutilizar
Hablar de la problemática de la basura es también aludir al reciclaje como una acción que nos permite bajar el volumen de material descartable y a la vez, aprovechar esos recursos que hoy, creemos, no sirven para nada.Pero para eso es necesaria la separación en origen es decir modificar nuestros hábitos en casa.
En Paraná está vigente un programa de clasificación domiciliaria denominado "Separemos" dispuesto luego de que un fallo judicial obligara al Gobierno municipal a tomar medidas respecto a la basura, a partir de una acción del Foro Ecologista.
El programa no solo busca lograr un impacto ambiental positivo, sino que también está enfocado a ayudar a quienes conforman la cooperativa Nueva Vida y que se desempeñan en la Planta de Clasificación y Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos "Manuel Belgrano".
Estos recuperadores viven de comercializar plástico, papel o vidrio.
¿Alcanza la educación ambiental para contener la producción de residuos y frenar la contaminación? ¿Cuál es el primer paso hacia el cambio cultural que el medio ambiente nos pide en forma urgente?
Qué hacemos con la basura electrónica
Porque no sirven más, porque es más barato comprar uno nuevo que repararlo, porque nos queremos modernizar o simplemente porque no lo usamos nunca? vivimos acumulando aparatos electrónicos y tecnológicos en nuestras casas hasta que un día decidimos sacarlos a la vereda como si esa fuera la solución.Lo que poco se sabe es que cuando esta clase de elementos se mezcla con el resto de la basura y se rompe, puede desprender metales tóxicos y contaminantes que incluso pueden ser mortales.
¿Adónde va a parar toda esa basura? Paraná en ese sentido empezó a mostrar una conducta más responsable de acuerdo a lo que se ha podido observar en el Centro Municipal de Recepción y Transferencia de Residuos de Aparatos Electrónicos, que funciona en calle Churruarín 2444 de Paraná.
El conductor del programa, Lalo Foncea, planteó, al comienzo de El Ventilador: ¿Qué se hace con la basura en Paraná? ¿Cuál es su disposición final? ¿Se controla y se penaliza a quien no cumple con las normativas sobre el tema? Y en cuanto a la generación de residuos: ¿Qué práctica por más mínima que sea podemos adoptar cada uno de nosotros en favor del medio ambiente?
"Estamos ante un tema que nunca se termina de resolver"
"Hay zonas donde la recolección no es cotidiana"
Y respecto de su experiencia personal, contó: "Se me hace muy difícil realizar la separación de residuos ya que vivo en una zona de la ciudad donde no hay recolección cotidiana".
No es solo lo que hacemos con la basura y la contaminación, es cómo resolvemos el problema social
Hay que ver si las políticas públicas funcionan o no
Cuanto más desarrollo económico, mayor cantidad de residuos se generan
"En el último tiempo hubo un crecimiento de conciencia social"
Maximiliano Gómez, director de Comunicación y Educación Ambiental de la Subsecretaría de Ambiente Sustentable, señaló que "es un tema cultural que no solamente se puede visualizar en Paraná. Desde el municipio entendemos que es un problema que hay que abordar de manera interdisciplinaria. La educación y la comunicación juegan un papel importante. Pienso que el ser humano tiene la capacidad de generar cambios positivos en su entorno".Remarcó que "como ciudad y ciudadanos tenemos que revisar algunas prácticas y tratar de ser autocríticos. No obstante, siempre estamos en condiciones de exigir a quienes nos gobiernan que resuelvan nuestras demandas".
En 2017, comentó, se destinaron "alrededor de 10 millones de pesos en lo que respecta a la difusión y educación ambiental. Apuntamos a la concientización en escuelas primarias y secundarias, públicas y privadas. Se les permite ir a conocer la planta de reciclaje, ver cómo se trabajan y demás. En el último tiempo ha habido un crecimiento de conciencia social".
Sobre el Volcadero, dijo que "para que no haya nada de humo no hay que utilizar el predio como sitio de disposición de los residuos de la ciudad. En la medida en que se avance y finalice el relleno sanitario, ese es el lugar que la ciudad tiene para disponer sus residuos".
Resaltó que "el año pasado se repusieron más de 2000 contenedores, que son los verdes. En algunos lugares se pusieron nuevos y en otros se reemplazaron porque o estaban rotos o incendiados o desaparecidos. A pesar de ello, hay mucho vandalismo".
Por otra parte, recordó que "hay una ordenanza que establece el tratamiento de los residuos patológicos y peligrosos en la ciudad. A su vez adhiere a la ley provincial de residuos peligrosos por el cual los operadores sanitarios como hospitales, centros de salud, clínicas, sanatorios y veterinarias, deben realizar un tratamiento diferenciado de los residuos patogénicos porque son esencialmente peligrosos. A ese tratamiento lo realizan operadores que deben estar previamente autorizados por la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos".
"Hay que explicarle a la gente cuál es la importancia de separar, de que no se dañen esos contenedores"
Lucía Ibarra, Licenciada en Saneamiento Ambiental y presidenta del Foro Ecologista, consideró que "lo esencial sería tener una campaña de concientización fuerte. Desde el foro hicimos una presentación hace 10 años y todavía luchamos por esto. Hay una sentencia firme en la que pedimos que se cumpla de una vez por todas la colocación de contenedores y otras cuestiones. No queremos el relleno sanitario al lado del parque Mutio, que es un área natural protegida, es una zona urbana".Explicó que "un relleno sanitario es un terreno donde se realizan excavaciones que llevan una especie de impermeabilizantes. Esto tiene una complejidad porque los gases y líquidos tienen que recolectarse para que no se contaminen. Es contaminante. Ahí van los residuos que no son orgánicos y los que no se pueden reciclar. Desde el municipio se plantea utilizarlo como un volcadero más. Se han hecho cosas pero también se retrocedió. El Volcadero está igual o peor que cuando se empezó".
En otro sentido, dijo que "hay que explicarle a la gente cuál es la importancia de separar, de que no se dañen esos contenedores, por qué están ahí, cuál es su función. El tema también es que es una medida de consumismo. Hay varias formas de colaborar: al comprar, buscar la menor cantidad de plástico o bolsas".
"El río está herido de tanta basura que tiran"
Víctor Rodríguez, presidente de la Escuela de Canotaje, manifestó que "el río está herido de tanta basura que tiran. En 1992 hicimos la primera recolección de residuos en piraguas en toda la zona de la ciudad. Hace poco realizamos una travesía Iguazú-Paraná. Llegando a nuestra zona nos dijeron que era evidente la quema, la basura. Pasando nuestra ciudad, a tres kilómetros, es perfecta la vegetación".Comentó que "hay contaminación química, de cosas que no flotan que ahora con la bajante no se puede creer todo lo que hay. Falta cultura de concientización".
Contó que "con los Amigos del Puerto organizamos salidas de limpieza según cómo vamos viendo el río. Todo depende de las lluvias, que transportan los residuos, y también la bajante. Lo hemos hecho hasta seis veces al año. Tenemos el problema de que los que más quieren salir a limpiar son los nenes de la escuelita de canotaje. Son menores y están autorizados por sus padres, pero corren muchos riesgos: hay jeringas, ratas, es un polo de contaminación increíble. Nosotros reciclamos solo plásticos, vidrios y tergopor".
"El cambio va a llevar años, hay que empezar a concientizar desde chiquitos"
Mauro Fischer, quien realiza artesanía con neumáticos reciclados, dijo que "en Argentina se están tirando 130 mil toneladas anuales de cubiertas y en Entre Ríos alrededor de 5 mil. Pensé que si tenemos un flete que dentro de todo es accesible y podemos mandar determinada cantidad a Buenos Aires, allá lo reciclan y luego se hacen veredas, pavimentos. De allí surgió mi idea de comenzar a hacer artesanías".Comentó que "hago puff, maceteros y otros elementos. Esto a mí me genera un ingreso. Obtengo los neumáticos de autos y camiones de un hipermercado que junta una camionada. La gente empezó a conocer mi trabajo y me querían llevar neumáticos para que les haga cosas".
"El cambio de la basura no va a llevar un año ni dos, va a llevar muchos. Hay que educar y desde chiquitos. Los resultados de acá a 10 años no habrá ni necesidad de discutir estas cosas", agregó.
"Nuestro sistema permite generar energía eléctrica"
Por su parte, Osvaldo Silvestre, concejal de Cerrito, indicó que "nuestra política de gestión de residuos es modelo y nos llevó bastante tiempo. No pasa por qué gestión hace las cosas, el tema es mirar todos juntos y pensar hacia adelante. En el 2007 empezamos a implementar nuestro nuevo sistema. El intendente en aquel entonces, Lovera, me planteó que quería algo distinto a lo que se estaba haciendo: no hablar de compostaje, sino de la generación de gas metano por biodigestores".Explicó que un biodigestor "es un compartimento estanco en el cual las bacterias anaeróbicas descomponen los residuos orgánicos en gas metano. A eso lo utilizamos para la cocina en una escuela semi-rural y también para la generación de energía eléctrica. Hoy contamos con tres biodigestores".
"Del volumen total de basura que hay con los biodigestores la reducción es casi total. El residuo es un interesante fertilizante orgánico para huertas cítricas. En un espacio físico no volcamos residuos orgánicos, no tenemos volcadero. Este trabajo comienza en la casa. Somos una localidad de 7 mil habitantes, por lo que es más fácil trabajar que en Paraná. Es una planta que se sembró un día y hay que regarla todos los días. No siempre la gente clasifica todo bien. Hay que concientizar", dijo y agregó que "cuando los separadores constatan de que la separación no está bien realizada, que está todo mezclado, le dejan el residuo en la casa. Luego, dentro de lo posible, se pasa y se le avisa e informa cómo hacer".
"Se puede dejar más basura en la planta, pero falta implementar otro turno"
Susana Zarate, Presidenta de la Cooperativa de la Planta de Reciclado "Nueva Vida", expresó que la planta se hizo "en 2014, era difícil de pensar hasta entonces que alguien iba a hacer algo por la gente del Volcadero, pero se hizo"."Unos quince camiones llevan la basura a la planta. Tenemos varios problemas, algunos no van, a otros la policía no los deja pasar. Si se rompe una máquina nosotros avisamos. Desde la Unidad Nº 1 se han ido a quejar porque ellos van a `volcar` el camión, teniendo la autorización, pero no los dejan llegar", comenzó contando Zárate.
A su vez expresó que "unas 45 toneladas llegan a la planta. El resto se vuelca abajo, en el Volcadero, como antes".
"Se puede entrar más residuos a la planta, pero tendríamos que tener un tercer turno. Que esto se haga depende del relleno sanitario, de que lleguen los fondos. Hay más de 100 familias que van al Volcadero", aseguró.
Actualmente en la planta trabajan 87 personas, contó Zárate. "Van a entrar 8 más, y tendremos la misma cantidad de gente que teníamos al comienzo", dijo.
Ante la consulta de si sirve que la gente realice la separación de residuos, Zárate fundamentó asegurando que "sí sirve, porque al venir todo mezclado quita valor, por ejemplo, ha habido empresas que nos han rechazado el cartón por el olor".
"Hubo solo dos o tres meses en que los residuos venían separados", destacó.
"La basura llega a la planta, con cuatro o cinco días de estar acumulada"
Claudia Villagra, secretaria de la Cooperativa de la planta de reciclado "Nueva Vida", interrogó: "¿Por qué no ponen dos contenedores para que la gente separe bien"."La cooperativa se mantiene sola, si no fuera por una abogada y por una asistente social, que nos dan apoyo, no seríamos nada. En este momento no tenemos guantes, no hay calzado. Estamos trabajando con nuestra ropa", puso de manifiesto.
A su vez, se quejó: "A la planta lleva basura de cuatro o cinco días de estar acumulada en los contenedores. Al moverla con la pala que tenemos en la planta, sale vapor de la basura".
"Trabajé 20 años en el Volcadero. Sé lo que es la basura del día, y la que no. Es porque no se hace recolección, no achaquemos siempre a la sociedad", acotó.
"Queda muy poco de recolección manual, las dificultades ahora son menores"
Mario Martínez es subdirector en el área de Recolección de Residuos municipal. Está a cargo del servicio nocturno. "La planta no tiene capacidad para tanta basura, cuando ya no se puede volcar más en la planta se la lleva al Volcadero, no hay otra opción".Ante la consulta, Martínez reconoció que actualmente "las dificultades para realizar la recolección son menores, ya que recolección manual ha quedado muy poca".
A su vez, manifestó que han visto muchos casos en que "la gente tira escombros, usándolo como volquete a los contenedores".
"La recolección es diaria. Están marcados los días para orgánicos e inorgánicos, pero no se respeta", dijo el responsable de la recolección de residuos del turno noche.
"La gente no respeta la separación"
Francisco Álvarez está a cargo de la Unidad Municipal Nº 4 (turno tarde). "Falta conciencia de los vecinos de hacer una recolección como corresponde. Se ha hecho concientización, se ha hablado desde las vecinales. Les decimos a los vecinos para que se separen la basura, pero los vecinos no acatan esa decisión", aseveró.Respecto de la cantidad de basura aseveró que varía el número de residuos, de acuerdo a si se realiza "con compactadoras automáticas o con una compactadora de modelo más viejo, que tiene menor presión de compactación, por lo que genera menos volumen en el proceso; nos quita capacidad".
"El medio ambiente no tendría que ser un tema de gestiones políticas"
Manuel Pauleti, de Tribu del Salto, afirmó: "Es un problema integral, más allá de las diferentes gestiones. Somos un solo cuerpo, y si estamos enfermos, y si no nos damos la prioridad de curarnos, no lo vamos a resolver. No deberíamos estar discutiendo qué gestión hizo qué cosa, sino ver cómo avanzamos"."Se está hablando de la basura que se junta, de la que se separa y de la que no. Pero la basura que queda suelta en la calle, la lluvia la lleva a los arroyos que, en Paraná todos están igual de contaminados, que también se han convertido en basureros", puso relevancia.
"Sirve concientizarnos de que todos debemos separar la basura, en la práctica eso le da valor al trabajo de otros. Si todos pasáramos un día, en el trabajo de la planta de reciclado, o con nosotros, los integrantes de la Tribu del Salto, `cambiaríamos todos la cabeza`", destacó.
Desde esta ONG realizan un trabajo de "aulas verdes", en donde hacen partícipes de esta iniciativa a alumnos de escuelas. Pauleti contó que en este proyecto "se invita a la gente a ver el arroyo, les contamos que a eso lo hacemos nosotros, nos planteamos si provocar tanta contaminación es inteligente y a partir de eso preguntamos qué es posible hacer para cambiar esa situación".
"Tenemos huerta orgánica, organizamos ferias, con productos artesanales, orgánicos, con otra manera de consumo, en donde dejamos todo limpio antes de irnos", indicó.
"Ya llevamos nueve camiones de basura electrónica a Buenos Aires"
Daniel Cimaomo es Director del Centro de Residuos electrónicos. "Funciona desde el 17 de agosto del año pasado y ya hicimos nueve envíos a Buenos Aires. Hemos llevado cerca de 28 mil kilos de basura electrónica. La gente se acerca contenta, nos agradece el trabajo, nos anima a que sigamos. Hemos implementado para quiénes no pueden acercar la basura electrónica hasta nuestro centro, la búsqueda de esos residuos, en una camioneta, los sábados".Se recibe en Churruarín 2444, los lunes a viernes de 8 a 12 y sábados de 9 a 14, "todo lo que tenga enchufe, en una casa. No se reciben pilas, tampoco baterías. Los celulares se reciben".
Al ser consultado respecto de "lo más raro" que han recibido, aseveró que fue "un aparato de antaño de un óptico". Los sábados, "reparamos televisores, computadoras, radios, y todo lo que se repara se dona, a instituciones, escuelas, a áreas dentro del municipio".
"Lo que no se puede reparar, se guarda en nuestro centro y cuando vienen el camión, se lleva a Buenos Aires. Una ONG denominada Basura Cero, repara lo que se pueda, lo que no, se trata de vender, y lo que no sirve definitivamente, se lleva a un predio donde se hace la disposición final", relató. En tanto, dijo que desde Buenos Aires les envían un certificado para que se lo exhiban a las empresas o al que lo pida.
