Sebastián Vittor, guía narcótico de Moro, contó a Elonce TV que "la tarea de adiestrarlo es día a día. Es un trabajo duro, no es fácil y siempre aprendemos juntos. Lo que logró para mi es un orgullo". En ese marco, explicó que el adiestramiento para el animal es un juego, ya que el perro narcótico "nunca deja de madurar". Señaló que prepara un manguito de tela de toalla, se le incorpora un poco de olor de la sustancia que se quiere que busque y el perro juega constantemente. "Es el único juguete que ve desde que se inicia hasta que termina como perro narcótico. De ahí especula".
Asimismo, indicó que tras el allanamiento el animal sufrió una frustración porque "había mucha gente y mucho olor a droga, yo lo trabajaba con un poco de olor a marihuana y un manguito de 20 centímetros. Él asoció la cantidad de marihuana al tamaño del manguito, se frustró y todavía está así. Tenemos que volver al lugar de donde somos y seguir trabajando. Es como una persona y hay que saber entenderlo". Elonce.com