La suspensión se extenderá, "quizá, hasta el final de la semana que viene", especuló Michel Cadot, prefecto de la isla de la Cité, en una conferencia donde participó la agencia de noticias Efe.
Tras el fuego que destruyó el techo y la emblemática aguja de la catedral de Nuestra Señora, uno de los íconos del gótico más caros de la historia, con 850 años de antigüedad, se registraron altos niveles de plomo provenientes de la combustión.
Esta contaminación requiere estrictos protocolos de seguridad sanitaria que no se pusieron adecuadamente en marcha, señaló la Prefectura de París, como duchas de descontaminación, uso de monos de trabajo y tiempos de descanso.
La medida, tomada para "proteger al personal que trabaja en la restauración", se conoció el mismo día en que el gobierno parisino anunciara el cierre temporal de dos colegios cercanos a la catedral, tras haberse constatado tasas de concentración de plomo superiores al límite autorizado.