Cabe recordar que el último incremento en los combustibles se dio en mayo del 2021 (pese a varios reclamos por parte de las estaciones de servicio).
Según publica Surtidores el precio del barril de crudo internacional se acercó a los 90 dólares durante la semana pasada, uno de los valores más altos en los últimos años; mientras que la cotización de la moneda estadounidense sigue escalando y ya superó los $110 en el inicio de la semana. “El aumento del barril de petróleo incide negativamente en las distorsiones que ya tiene Argentina”, señaló Daniel Montamat, exsecretario de Energía y exdirectivo de YPF.
“Y si sube el petróleo, suben las referencias de precio y aumenta la distorsión. Incluso si el dólar oficial también lo hace, complica muchísimo la situación porque se habla de bienes transables internacionalmente que se importan y exportan en esa moneda. Es decir que, si hubiera una devaluación y si no se sigue esa línea de tipo de cambio oficial, por supuesto que se agiganta la diferencia y pasaría a ser de 25 a 50 o 60 por ciento, que es insostenible”, agregó.
Emilio Apud, quien también fue secretario de Energía de la Nación, manifestó que, si el impacto se mantiene, “habrá una merma en la producción”. Y cree que la realidad “forzará” el descongelamiento en las Estaciones de Servicio antes de tiempo. “Es una situación que no conduce a nada, porque si incide a la inflación, se afecta al asalariado. Si sube más el precio internacional y se produce un sinceramiento en el dólar, las refinerías a lo mejor no podrán afrontar la situación y las estaciones de servicio estarán en el límite, más de lo que ya están”, sostuvo en declaraciones a dicha media.
Justamente el sector estacionero en varias ocasiones aseguró la insostenibilidad de este acuerdo que existe entre petroleras y gobierno para que no haya variaciones en las pizarras de los surtidores y hasta vaticinó que la rentabilidad cada vez es menor.