En su carta, el titular de la Conmebol argumentó que, con esta modificación, "los atletas tendrían una mejor recuperación física y los técnicos la oportunidad de hacer ajustes más precisos o dar instrucciones más claras, con lo cual el nivel de competitividad y la calidad del juego aumentarían". "No hay que olvidar que en estos partidos (las finales de torneos), que con frecuencia llegan a los 120 minutos o a los penales, los jugadores están sometidos a una enorme exigencia física y una extrema tensión psicológica y emocional", añadió.
Además, Domínguez aclaró que este cambio "se aplicaría exclusivamente para los partidos finales de campeonato" y que la idea es comenzar a utilizarla en las finales de la Sudamericana y de la Libertadores, previstos para los días 20 y 27 de noviembre próximo, respectivamente, ambas en el estadio Centenario, de Montevideo.