"Tenemos que poner la cara: contra Santos fuimos un desastre. No jugamos a nada. Las cosas que nos pidió el DT (Miguel Ángel Russo) no las pudimos cumplir", agregó el volante central, quien llegó en plena pandemia de coronavirus, procedente de Racing.
González, también exjugador de Lanús, desarrolló una profunda autocrítica a nivel personal y dijo: "Me hago cargo de mi parte, los 45 minutos que estuve en cancha frente a Santos no se qué me pasó sinceramente. Jugué mal, ni loco quería jugar así, tuve un día malo. Me dolió mucho que hayan dicho que no tuvimos actitud porque eso no faltó. Lo que nos faltó fue el juego y el buen pase".
El Pulpo, que esa noche en Vila Belmiro fue reemplazado por Nicolás Capaldo, consideró que la derrota y eliminación ante Santos (que jugará la final de la Copa ante Palmeiras el próximo sábado) permitirá que "el grupo se fortalezca". "Vamos a seguir compitiendo, intentando darle al hincha de Boca esa gran alegría que nosotros también necesitamos", puntualizó.
En cuanto a la recuperación de su desplazamiento del hueso del peroné, el mediocampista, de 32 años, explicó: "Estoy bien, con muchos medicamentos y sentado en el sillón o en la cama viendo mucho fútbol. Tengo la pierna para arriba, no puedo pisar. Es tiempo y paciencia. Esta semana nos reencontraremos con el grupo y voy a tener un panorama más claro sobre los pasos a seguir".
Por último, González valorizó el título alcanzado el pasado fin de semana en San Juan por la Copa Diego Maradona (ante Banfield y por penales). "El fútbol argentino es muy competitivo y alcanzar un campeonato siempre es muy importante. Lo de Carlos Tevez es inexplicable, es un gran líder. Tiene una humildad impresionante", cerró.