Después de identificarla con un software digital y una tarea de rastrillaje en las redes sociales, la hincha del Millonario fue detenida y declaró durante más de cinco horas frente a la fiscal Adriana Bellavigna. Finalmente, junto con su abogado, Carlos Broitman, acordó un juicio abreviado y será condenada a dos años y ocho meses de prisión en suspenso por poner en riesgo la vida de un tercero, con el agravante del parentesco. Una pena que es excarcelable. Sólo resta que la jueza del caso, María Julia Correa, lo homologue.
Tras llegar a este acuerdo, se le otrogó la libertad y pudo regresar a su casa en Villa del Parque, donde vive junto a su marido -también hincha de River- y sus cuatro hijos. Por otro lado, el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes consideró que no había ningún impedimento para que el menor involucrado siga bajo su tutela.
Según fuentes judiciales, la mujer se mostró muy arrepentida por lo sucedido. Además de la condena, la hincha se comprometió a cumplir con una serie de condiciones: deberá someterse un tratamiento psicológico, tendrá que realizar 48 horas de tareas comunitarias y no podrá asistir a espectáculos deportivos con el menor.
