En la partida, Agustín Canapino (Chevrolet Cruze) intentó superar a Rossi por el lado externo pero no pudo. Atrás, Mariano Werner (Peugeot 408) perdió una posición con Luis José Di Palma (Renault Fluence), por lo que Facundo Ardusso (Renault Fluence), quinto, no sólo tenía un guardaespaldas del Rombo con Leonel Pernía (Renault Fluence) si no dos.
Sin embargo, el Flaco de Las Parejas fue por más y superó a Esteban Guerrieri (Citroën C4 Lounge) en el inicio de la quinta vuelta, mientras que Pernía hizo lo propio. Werner no se quedó atrás y también dio cuenta de Di Palma (con roces incluidos) y Guerrieri, quedando los protagonistas del torneo en la cuarta y la sexta posición, respectivamente.
En el octavo giro, el Auto de seguridad ingresó por un principio de incendio en el Ford de Luciano Farroni, pero en el relanzamiento, nada cambió; Rossi aguantó a Canapino, Fineschi se mantuvo en la tercera colocación y Ardusso, Pernía y Werner se enfilaron detrás.
Pero promediando la carrera, se produjo el golpe de escena de la prueba y quizás del campeonato: Werner se pasó en el frenaje ("Algo se rompió", le comunicó al equipo) y el entrerriano se quedó enterrado en la vía de escape de la recta opuesta. Una vuelta después, Di Palma también se despistó e ingresó nuevamente el Pace Car.
"Se rompió la goma en el toque con Josito, creo que tendrían que haberlo excluido", dijo Werner al sitio Campeones un rato después, antes de ir a buscarlo a Josito al box, donde le recriminó, cara a cara, por la maniobra. "Corrió para chocarme, obviamente que lo mandaron", esgrimió posteriormente, ofuscado.
En la vuelta 29, Pernía desertó por la rotura del motor en el Fluence, Canapino soltó a Rossi y Ardusso se encaminó a un cuarto puesto que lo deja en el umbral del campeonato, con 191 puntos en la punta, a 35 de Werner cuando habrá 41 en juego en Alta Gracia, el próximo 17 de diciembre.
