Djokovic no pierde un partido desde el 28 de febrero, cuando cayó precisamente ante Federer en la final de Dubai. Luego, ganó los cuatro Masters 1000 que disputó -no jugó Madrid para descansar- y apunta a París como la gran amenaza del español Rafael Nadal, nueve veces campeón sobre el polvo de ladrillo francés.
El serbio, que además ganó en enero el Abierto de Australia, superó a Federer en apenas una hora y 15 minutos para levantar su cuarto título en Roma y su vigésimo cuarto Masters 1000, quedándose a apenas tres del récord de 27 de Nadal.
Djokovic es el gran dominador del tenis en los últimos meses y lleva 37 triunfos seguidos en los torneos más importantes del circuito. Su último tropiezo en un certamen de Grand Slam o Masters 1000 fue en octubre de 2014 en Shanghai.
Federer, por su parte, perdió su cuarta final sobre el polvo de ladrillo de romano, donde nunca pudo ser campeón pese a dar siempre el presente en los últimos 15 años.
El suizo no pudo contener el tenis del serbio y entregó su saque en el último juego del primer set, en la primera pelota de quiebre a la que se enfrentaba. Campeón de 17 títulos de Grand Slam, Federer entró en la segunda manga con menos ritmo y lo pagó caro, pues Djokovic llegó al primer descanso con un 3-0 a su favor. Y el balcánico no dejó pasar la oportunidad.