Catalina, la nena que sufrió graves heridas por la explosión de una maqueta durante una feria de ciencias en Pergamino, continúa evolucionando favorablemente y ya fue trasladada a una sala común del Hospital Garrahan.
Desde la puerta del centro de salud, sus padres compartieron su alegría: “Pasó de terapia a una sala común. Está bien, va mejorando. Es una felicidad enorme”.
La pequeña se encontraba en la localidad bonaerense de Rancagua, donde había viajado para visitar a sus tíos y asistir al evento escolar. Sin embargo, el experimento que se realizaba en el lugar terminó en tragedia.
“Era un momento de felicidad y en un segundo terminó acá”, relató la familia en declaraciones televisivas.
Catalina sufrió lesiones en la cara, en un ojo y en el maxilar, y debió ser sometida a una cirugía de 11 horas para extraer una esquirla de metal incrustada en el cráneo.
El alivio de sus padres
La evolución de la niña trajo alivio a su entorno. “Es una alegría inmensa, ahora vamos a poder estar con ella”, expresaron sus padres, visiblemente emocionados por el avance en su recuperación.
También recordaron el momento en que se enteraron del accidente: “Estábamos con mi mamá en el hospital porque la iban a operar, y cuando llegamos al pueblo nos avisan que la nena había tenido un accidente. No sabíamos qué había pasado. Nos encontramos con esta tragedia”.
Camino a la recuperación
Luego de superar la instancia más crítica, Catalina permanece en observación y continúa bajo control médico. Su familia acompaña cada paso de la rehabilitación y agradece las muestras de apoyo recibidas.
“Lo importante es que se recupere lo mejor posible”, concluyeron.