Rocío Marengo copó los titulares la semana pasada y no solo por la propuesta de casamiento que recibió por parte de Eduardo Fort, sino que también por las graves acusaciones que recibió su hermano. Tras un allanamiento en su campo al sur de la provincia de Buenos Aires, le encontraron una gran cantidad de armas de diferentes estilos, una camioneta con pedido de secuestro y una avioneta supuestamente robada.

La mediática usó sus redes sociales para hablar de la situación familiar que vivieron: “Ni una nota aclarando que mi hermano no era el ladrón que decían y que el ‘arsenal’ que tenía en el campo eran cuatro cacharros fuera de uso y que estaban de adorno! Una barbaridad. Perdón hermanito, ¡todo es culpa mía! Nos dieron sin asco porque el tema garpó”.

“Hasta fotos de mis sobrinos menores de edad usaron para referirse a un tema policial. Eso si, a los violadores, estafadores, delincuentes o golpeadores les tapan las caras y los cuidan. Ahhhh y los llaman ‘Sr. X’, injusto, ¿no? Así es, por eso así estamos!”, lanzó picante y enojada respecto al manejo que se le dio al tema en los medios. Y sumó: “Al final, no éramos los Escobar”.

Juan Vitalini, el abogado de Alejandro Agustín Marengo, se encargó de aclarar la situación ante el medio La Brújula. Allí apuntó que el avión fue comprado de manera legítima y aseguró que cree que se trata de una denuncia falsa. El lunes se presentarán los papeles correspondientes a la compra.

Respecto a la camioneta con pedido de secuestro, reveló que era del papá de los Marengo y que se encuentra en desuso. En cuanto a las armas encontradas señaló que tiene permiso para portarlas porque se emplean para la caza.