¿Qué le pasa a un niño o adolescente que va a la escuela con miedo? ¿Cómo aprende alguien cuyo cerebro, mente y cuerpo están en estado de alerta constante porque percibe que el aula o sus propios compañeros son una amenaza?

Para responder a estos interrogantes, la psicóloga Bárbara Lowi explicó a Elonce que el acoso escolar sostenido afecta directamente el rendimiento académico, genera aislamiento y puede dejar secuelas emocionales duraderas. “El bullying es un acoso constante que se da durante un tiempo prolongado, generalmente en el entorno escolar”, señaló.

Lowi detalló que existen distintos tipos de bullying: el físico (agresiones directas), el verbal (burlas, amenazas) y el social, que consiste en excluir a un compañero de juegos, actividades o cumpleaños. "Este último es menos visible, pero también dañino", alertó la psicóloga en diálogo con Nunca Es Tarde, el programa que se emite por Elonce.

La especialista explicó que las víctimas suelen aislarse y que los adultos deben estar atentos a señales como la negativa a asistir a clases, la falta de amistades o frases como “nadie se junta conmigo”. También remarcó que hay diferentes roles entre los compañeros: espectadores pasivos, que observan sin intervenir, y activos, que pueden alertar a un adulto.

“El ser humano es social por naturaleza. Si a un niño o adolescente se lo aísla de su grupo de pares, eso afecta su rendimiento escolar y su autoestima”, indicó. A su vez, afirmó que la mayoría de las escuelas no cuentan con equipos técnicos especializados para intervenir de manera adecuada. “Faltan gabinetes de apoyo psicológico”, subrayó.

Lowi también se refirió al ciberbullying, potenciado por el acceso temprano a redes sociales y plataformas de juegos virtuales. Ante una situación de acoso, recomendó buscar apoyo profesional: psicólogo para lo emocional y psicopedagogo si hay impacto en el aprendizaje.

“Es muy importante que el niño sepa que hay un adulto en quien puede confiar. Eso puede hacer la diferencia entre superar la situación o cargar con una herida emocional por años”, expresó.

Para los chicos que sufren bullying y no saben cómo reaccionar, Lowi dejó un mensaje claro: “No se lo guarden. Siempre hay alguien dispuesto a escuchar y ayudar, pero es necesario animarse a hablar”.