"En el interrogatorio y un examen físico rápido que se les hace a los pacientes se determina la edad, antecedentes personales patológicos, si tiene algún factor de riesgo, cómo se encuentra su aspecto físico, cardiovascular y respiratorio, y en función de eso se le asigna un color que puede ser rojo, amarillo o verde", especificó el médico.
Y remarcó: "Es una selección muy importante porque nos ayuda a gestionar los pacientes, y nos da la seguridad para la atención porque los pacientes son detectados inmediatamente y atendidos".
Itarte aclaró que, desde el lugar de atención, el enfermero está viendo al niño que está esperando, "y si desmejora se da aviso para que ese paciente sea atendido cuanto antes antes".
En la oportunidad, informó que la guardia del San Roque ya recuperó -a mediados de abril- los niveles de atención a la pre-pandemia. "Tuvimos siete mil pacientes en junio de 2019, una cifra que tuvimos en abril de ese año, es decir, que estamos dos meses adelantados por volumen de paciente", indicó.
"Ante las bajas temperaturas, hay un 20% de aumento de las patologías invernal; sumado a que, por cuestiones socioeconómicas, atendemos a pacientes que antes se atendían en el sector privado", aclaró. De acuerdo a lo que detalló, "la patología invernal es la respiratoria, como los casos de bronquiolitis que comenzaron a detectarse hace dos o tres semanas, además de los virus comunes; y pocos casos de coronavirus".
Itarte indicó que "los broncoespasmos a repetición, bronquiolitis y neumonías, algunos con criterio de internación" son los casos más frecuentes de atención en el hospital. "Hace unas semanas atrás hubo muchos chicos con criterio de internación, que requerían oxígeno", reveló.
Finalmente, informó que el hospital amplió la cantidad de consultorios, y por la tarde hay dos consultorios para el refuerzo de guardia, a las 18 y a las 20. (Elonce)