Hoy con 64 años se levanta todos los días a media noche para empezar su turno a las 2 de la madrugada. La mujer es la encargada de acomodar los productos en los estantes de un local ubicado en Killingworth.
Su vocación es tal que ni siquiera dejó de ir en tiempos de pandemia. "Un par de veces, durante el encierro, fue realmente difícil. Conducía al trabajo pensando: '¿Qué estoy haciendo?´. Pero seguí trabajando hasta el final", explicó.
"Es importante que los niños te vean trabajando duro y entiendan que no obtenemos nada en la vida sin trabajar", explicó.
Según informó 20Minutos.es, el dinero del premio fue destinado a los estudios de los niños, una casa, un auto nuevo y algunos viajes familiares.