La flamante área "tendrá por objetivo realizar controles preventivos de carácter obligatorio sobre el personal de las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales para la detección de consumo de estupefacientes y alcohol".
"Para el cumplimiento de su objetivo estará autorizada a toda hora y sin previo aviso a ingresar en cualquiera de las dependencias u operativos de despliegue" de la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
La cartera conducida por Patricia Bullrich remarcó que "el consumo de estupefacientes y/o alcohol ha demostrado tener efectos negativos sobre el sistema nervioso central, afectando la capacidad de juicio, coordinación y diversas funciones motrices, provocando asimismo: lentitud en los tiempos de reacción, disminución de la agudeza visual, cambios de estado de ánimo, dificultad de concentración, y baja de rendimiento intelectual".
En ese sentido, advirtió que esos efectos "podrían agravar la situación en los casos en que los individuos se encuentren habilitados para tenencia, portación y transporte de armas de fuego".
Y añadió: "Por tal motivo, resulta fundamental implementar mecanismos que permitan identificar dichos consumos en el personal de las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales".
De acuerdo al protocolo de actuación, los integrantes de la Unidad de Pruebas Toxicológicas tendrán que estar debidamente identificados y contar con una "orden de visita" para realizar los exámenes.
Asimismo, tendrán un listado de los efectivos que deberán someterse al análisis, aunque también estarán habilitados para elegir "azarosamente a los agentes que se encuentren en sus puestos de trabajo": todos deberán firmar un "consentimiento" para autorizar las pruebas.
En caso de que alguno de los uniformados se niegue a someterse a los exámenes, "se confeccionará un acta" que será remitida a la Dirección de Prevención de la Corrupción y Ejecución de Pruebas de Integridad "para dar inicio del procedimiento disciplinario correspondiente".
Si el resultado llegara a ser positivo, se procederá a "suspender inmediata y preventivamente toda actividad operativa del agente en cuestión, restringiendo así también el uso de armamento", para luego ser sometido "a un proceso de contramuestra que incluya exámenes clínicos, psicológicos y de laboratorio" dentro de las 72 horas después de que la Fuerza de Seguridad haya sido notificada.