"Hay que buscarle la vuelta como lo hicimos toda la vida y si hay que sacrificarse y hacer cosas como estas el bombero lo entiende", aseguró a Télam el Jefe del Cuerpo, Mario Oyarzo.
"Veníamos con mucha angustia de ver cómo podíamos subsistir hasta que pase esto y un domingo vengo al cuartel y veo que mis compañeros estaban lavando sus autos particulares y ahí se me ocurrió y me pregunté por qué no hacer esto para los vecinos", relató el jefe de los bomberos voluntarios de Villa Ballester.
Así fue cómo las hidrolavadoras, las botas y el agua que se usaban para limpiar las autobombas luego de algún servicio se empezaron a utilizar para lavar los autos de los vecinos.
Los fondos recaudados se utilizarán para mantener en funcionamiento el cuartel 107, para el pago del sueldo de algunos de los bomberos y de los gastos diarios, y para mantener los camiones listos para salir ante cualquier emergencia.
Antes de la pandemia, y de que se aplicara el aislamiento social como medida preventiva contra el coronavirus en Argentina, los bomberos voluntarios de Villa Ballester recaudaban fondos con rifas anuales, habilitaciones de viviendas multifamiliares, negocios, empresas, o con "Espacio bomberitos", que fue creado para educar a los más chicos en temas de prevención y seguridad.
Pero desde que el 20 de marzo se suspendieron muchas de las actividades que dejaban algo de renta. En vez, y de manera reciente, se habilitaron los lavaderos de autos.
"La idea fue generar un ingreso y una fuente de trabajo, muchos de los chicos trabajan en ambulancias, servicios médicos o son policías, pero también hay quienes trabajan en gimnasios, como electricistas, o mecánicos; que son rubros que están frenados", sostuvo Oyarzo.