El decreto provincial que habilitó la actividad fijó en el artículo segundo, que la autorización de la actividad hotelera está limitada al alojamiento de personas exceptuadas del "aislamiento social, preventivo y obligatorio" o que deban acompañar a familiares o personas allegadas por razones de salud.
El decreto municipal, sin embargo, autoriza la actividad de "los establecimientos hoteleros y afines", lo que dejó abierta la puerta a los moteles.
La norma reguladora de la actividad también establece que los hoteles deberán "solicitar al pasajero una declaración jurada" y que deben cumplirse estrictas reglas de bioseguridad.
El Diario.