Así lo confirmó el Padre Marcelo Carraza a Paralelo 32, “se trata de una filtración mínima sobre una columna, que si bien debemos atender, gracias a Dios no afecta ninguna pintura, y cuando llueve extraordinariamente como pasó esta semana, suele ingresar algo de agua al pasillo central, a la altura del retablo donde está el niño”.
Más allá de esta situación menor, Carraza dijo que están lanzando en breve un bono parroquial para trabajar sobre techos y salones del resto del edificio, “quizás por eso se dio a confusión que había filtraciones en los techos de la basílica, pero en realidad es en las dependencias próximas al templo, como la casa y estos salones donde hacemos reuniones, compartimos catequesis, etc. y que necesitan un mantenimiento a fin de continuar en un segundo momento con ciertas paredes que también deben recibir atención”.