"En esta movida no estoy yo, hay un grupo que me acompaña. Arrancamos dos y ahora somos cuatro y una chica que nos ayuda en redes sociales", señaló Jacobo en diálogo con Elonce.
En un principio, la idea era comprar las redes, pero tras investigar tutoriales, Jacobo aprendió a confeccionarlas por sí mismo. Así, lograron instalar el primer juego en la costanera de Concordia, dando inicio a un proyecto que se extendió por diversas localidades como San Salvador, Federal, Concepción del Uruguay y Ubajay.
"En la actualidad llevo más de 62 redes de cadenas de fabricación propia, en 32 playones diferentes, con más de 3.000 kilómetros recorridos", destacó.
Pasión por el básquet y devolución a la comunidad
Para Jacobo, esta labor va más allá de la mera reparación de canchas. "Esto es una forma de devolver parte de lo que recibí porque el deporte en lo personal me dio mucho y así como yo, hay muchos más que piensan así", expresó.La satisfacción de ver a los niños y jóvenes disfrutando del básquet en canchas que antes estaban desatendidas es una de las mayores recompensas para Jacobo y su equipo. "Pasar por las canchas que ya pudimos arreglar, te llena el alma. Porque pasan dos cosas, cuando estamos realizando el trabajo, es terapia para nosotros y aquí remarcar que los gastos salen todo de nuestro bolsillo y de la gente que colabora, . Por otro lado, cuando vemos jugar al básquet a los chicos en esas canchas, nos hace muy bien porque antes los chicos no estaban ahí", explicó.
Gestión de pedidos y proyectos futuros
En cuanto a la gestión de pedidos y colaboraciones, Jacobo destacó la colaboración de los municipios en las diferentes localidades. "En Colón me ayudó la municipalidad, me compró los insumos, lo fabricamos y fuimos y lo colocamos, pero lo que podemos bancar económicamente lo hacemos nosotros y lo que no, se gestiona a través de los municipios", ejemplificó.Mirando hacia el futuro, Jacobo y su equipo tienen la mira puesta en la formación de una Asociación Civil para dar continuidad y sustentabilidad a esta labor altruista. "Pedimos a la municipalidad tres terrenos para hacer canchas de 3x3 ya que estamos tratando de formar una Asociación Civil para darle otro marco a esto que estamos haciendo y surgió esto de la cancha", adelantó.
Enfatizando en el carácter desinteresado de su labor, Jacobo resaltó: "Nuestro fin no es político ni económico y lo hacemos todo a pulmón".
Sobre el “Turco” y su tributo a Aníbal Sánchez
La historia de Eduardo “Turco” Jacobo está entrelazada con la gloria del básquetbol entrerriano. Su época dorada se remonta al año 1989, cuando se consagró campeón junto a la selección de Entre Ríos en el Argentino de ese año.Aquella gesta deportiva quedó marcada por el inolvidable triple de Aníbal Sánchez, un momento que aún resuena en la memoria de Jacobo. La ovación del público en el estadio de Echagüe, los aplausos y los gritos de reconocimiento por su entrega en cada partido, son recuerdos que perduran en su mente día tras día.
Sin embargo, más allá de sus logros personales, Jacobo mantiene viva la memoria de su querido capitán Aníbal Sánchez. En cada lugar que visita, rinde un sentido homenaje colocando las iniciales del capitán en los tableros. Es su manera de mantener vivo el legado de quien marcó tanto su vida y la historia del básquetbol entrerriano.
“En cada lugar que voy intento rendirle homenaje a Aníbal Sánchez, a nuestro gran capitán. En los tableros pongo sus iniciales. Es una forma de tenerlo presente. Cuando los chicos me pregunto porque pongo AS le cuento quien fue Aníbal”, finalizó Jacobo.
