“Tratamos de volver a la vida que teníamos y ver qué podemos hacer”, destacó el joven. De hecho, dio cuenta de las consecuencias para la salud por los anegamientos. “Me sacaron un gusano del pie”, reveló. Mientras espera soluciones de parte del municipio de Gualeguay, Franco rememoró que “la zona más afectada fue donde el agua llegó a 1.80 metros”. “En la lancha recorrimos para ayudar a los vecinos que todavía no habían salido y tratando de salvar perros y gatos”, repasó. “Muchas pérdidas, barro y humedad. Es un desastre total”, así resumió Mariana a las consecuencias que genera la inundación en barrio Dunat de Gualeguay. Según contó, operarios evaluaban la posibilidad de reconectar el servicio de energía eléctrica, que permanece cortado desde hace casi dos semanas. “Los vecinos ya no sabemos qué hacer porque cuando sale el sol, lavamos y aprovechar a limpiar; pero del interior de las casas no se va el olor a humedad”, lamentó.
En la oportunidad, la mujer aseguró que “del Estado municipal no hubo ningún tipo de ayuda”. Y ponderó que “los clubes y los vecinos, por voluntad propia, acercaron donaciones y no dejaron que nos falte nada; y el Ejército nos brinda la comida”. “Duermo sobre el colchón mojado”, contó que un hombre que habitaba un pequeño rancho de chapa, rodeado de barro; durante la inundación, estuvo evacuado en uno de los clubes que prestaron sus instalaciones para asistir a los afectados. “Ahora me acercaron mercadería y espero a que se seque un poco, porque perdí todo”, resumió. Asimismo, Susana, una vecina del barrio Dunat, contó sus sensaciones por la situación que estaba atravesando: "Estoy viendo que va a suceder lo mismo y esto será un desastre. A mí se me mojo todo, estoy necesitando cobija, colchón, pero estoy de acuerdo con que nos traigan la comida". "Para estos lados, no vino ninguno de la Municipalidad. Si sigue lloviendo, se me inundará el patio y después ingresará el agua a la vivienda", añadió. A su vez, uno de los lugares afectados por la inundación, en el cual asisten muchas familias, en el barrio Dunat, es el merendero “De todo corazón”. En ese sentido, Liliana, una de las colaboradoras del espacio, sostuvo: “Estamos desinfectando, limpiando con cloro y lavandina ya que estaba lleno de barro, porque queremos volver a cocinarle a los chicos”. “Tenemos 204 familias donde les damos la comida, el postre y la galleta todos los días. El viernes volvemos nuevamente. Hace cinco años que existe el merendero en la ciudad”, agregó.
En tanto, Jesica, otra de las colaboradoras del merendero, indicó: “Perdimos la heladera y un mueble. Cuando entramos, no se podía estar del olor, pero ya limpiamos y desinfectamos todo porque queremos volver a trabajar”. (Elonce)