Hugo, el maestro de ceremonias, resaltó a Elonce que este es “un evento único en Latinoamérica, ya que rally únicamente femenino, hay tres o cuatro en todo el mundo”.
“Es un museo en movimiento; están representadas todas las décadas. En esta edición arrancamos con autos de los años ’40, hay algunos de los años ’20 y ’30, llegamos a los de la década del ’80. Hubo vehículos de todas marcas, hay autos ingleses, italianos, alemanes, nacionales”, resaltó el maestro de ceremonias.
Premiación
Tras realizar el tradicional recorrido, que empezó a las 11.30, el evento culminó en zona de la Toma Vieja de Paraná, lugar donde se desarrolló la entrega de reconocimientos.Virginia D`Angelo, comentó a Elonce que “estoy feliz porque en mi Alfa Romeo corrí con mi hija y mi nietita. Lo más divertido que dimos una vuelta en este día glorioso. Estuvimos en Paraná, Oro Verde, Crespo, Seguí, Racedo y llegamos nuevamente a Paraná”.
Por su parte, Mariano Morelli dijo que “culminó todo con la entrega de premios y fiesta, para que las chicas se relajen. Hay cuatro categorías, cada una tiene un premio. Hubo también una prueba en el autódromo. Hay distintos premios y muchas sorpresas”.
“Esto es una pasión que uno arrastra desde hace años. Los autos son de ellas, algunos de los esposos, otros compartidos. El tema es conseguir un autito y dar la vuelta. Hay distintos modelos, es impresionante la cantidad de vehículos hermosos, de interés”, resaltó.
Testimonios
Silvina López Ferro, de Santa Fe, presente en esta edición del Rally de las Princesas, manifestó a Elonce: “Tengo un Triumph de los años ’60, deportivo, descapotable. Este rally requiere mucha concentración, `porque un error en interpretar la planilla, o te perdés o te quedás fuera”.La participante del rally, oriunda de Cañuelas, que circula en un MgB, de 1981 contó que este “es un auto inglés de mi marido. Es una joya, anda muy bien, es súper manejable, divertido”.
“Soy de Paraná. He experimentado tanto el ir de piloto, como de copiloto; son experiencias fantástica”, dijo otra de las mujeres.
Agustina y Fernanda emprendieron el viaje en un Fiat 1600. “Estoy orgullosa, porque este es el auto de mi sobrino, es un honor poder comandarlo”, dijo la piloto que mencionó que junto a su compañera, son oriundas de Buenos Aires.
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