Desde entonces, la historia llegó a medios nacionales y extranjeros y en sus redes sociales los tres se la pasan contestando un top ten de preguntas que hoy comparten con Infobae. Desde cómo es el sexo de a tres a cómo duermen. Desde cómo organizan los quehaceres de la casa hasta qué pasa cuando se pelean. Desde si planean casarse y tener hijos hasta si estarían dispuestos a aceptar dinero a cambio de hacer intercambios swingers.
Las preguntas que más les hacen
1. ¿Cómo es el sexo de a tres?
Es, cuentan, la pregunta básica, la que inevitablemente se repite. ¿Siempre que quieren tener sexo tienen que estar los tres? “Puede ser de a dos o dos a tres. Mi punto de vista es que cuando somos dos en la cama está todo bien pero se extraña al que falta”, dice Nazareno. Eliana suma: “No hay una regla de que tenemos que estar todos para tener sexo, aunque por lo general elegimos estar los tres. A veces podemos empezar dos y se suma el tercero. O quedan esas dos personas nomás”. Dice Maira: “Por ejemplo, yo anoche me quedé dormida en el sillón, puede que ellos empiecen y pueden que me despierten o no. No me enojo, porque no hay infidelidad entre nosotros”.2. ¿Cómo duermen?
Al principio, cuentan, dormían los tres en la cama matrimonial standard. “Hasta que la mamá de Eli nos dijo que teníamos que comprarnos una cama más grande, que dormíamos muy apretados”, cuenta Maira. Así fue que se compraron una cama de 2x2 metros. Eliana duerme de un lado, Maira en el medio, Nazareno del otro. “Dormimos juntos todas las noches, salvo que alguno se desvele y se va al sillón para no molestar, como cualquier pareja”.3. ¿Son una pareja abierta?
“Mucha gente piensa ‘son un trío amoroso, vale todo: son sexualmente abiertos a sumar más gente”, dice Nazareno. “No lo somos. Si yo hoy estuviera con otra mujer o con otra persona estaría engañándolas, después debería mentir o hacerme responsable de la infidelidad y de sus consecuencias, imagínate a mis dos suegros rompiéndome la cara”. Existe, explica después, fidelidad también en las relaciones poliamorosas. Se llama “polifidelidad”, lo que significa que “nosotros nos somos fieles entre nosotros”.4. ¿Quieren ser swingers?
Como no todo el mundo entiende las diferencias, muchos les preguntan si son swingers, es decir, si practican el intercambio de parejas. “A veces es sólo la pregunta por morbo, porque la gente lee ‘trío’ y ya piensa que todo es sexual. Otras veces las preguntas vienen con ofrecimientos concretos de intercambiar parejas. Nos hacen muchas propuestas por las redes: parejas, personas solas, por dinero. Nos preguntan si vendemos imágenes o videos de los tres. A mí también me escriben muchos hombres para ofrecerme estar sexualmente con ellos y sus mujeres. Calculo que porque vengo de un trío me invitan a ser parte de otros”, sigue Nazareno, que se considera heterosexual.5. ¿Cómo se reparten las tareas de la casa?
Apenas Maira llegó al dúplex en el que conviven “hicimos una lista de normas de convivencia en donde anotamos quién iba a ser responsable de cada tarea”, cuenta Eliana. Decidieron, día por día, a quién le tocaba cocinar, lavar la ropa, los platos, planchar, hacer la cama y pegaron el papel en la heladera. “Hasta el día de hoy cumplimos siempre. Si uno no lo hace hay un apoyo del otro, pero hay un responsable”.“Muchos creen que es un lío la organización pero la verdad es que es más fácil que en las parejas de dos, porque hay uno más para repartirse las tareas. Si un día estás muy cansada tenés a dos personas más que pueden cubrirte”, sigue. Del otro lado del papel anotaron los gastos fijos de la casa, que se reparten entre los tres en partes iguales. Eliana, a quien llaman “mamá Eli”, es la administradora oficial de la casa.
6. ¿Qué pasa cuando hay peleas de a tres? ¿Se arma una batalla campal?
“Por lo general no tenemos discusiones de a a tres con tres puntos de vista diferentes. Entonces la persona que no está dentro del debate queda neutral escuchando, tipo árbitro. Después se le pregunta ‘¿vos qué pensás?’, y el otro opina. “Lo que dice ella me parece bien aunque no es la forma de plantearlo”, por ejemplo. “Tomamos la decisión de estar los tres juntos y somos conscientes de que es una mochila y la tenemos que llevar y muchas veces tenés que morderte la lengua y dejar tu orgullo de lado por el bien de la relación”, advierte él. A diferencia de las parejas de dos, acá a veces se gana y se pierde por mayoría.7. ¿Ellas le están cumpliendo la fantasía sexual a él?
Por lo general, cuando el que cuenta la historia es el hombre, le dicen “capo”, “qué genio, tenés dos novias”. A las mujeres, en cambio, les preguntan “¿no estás celosa?, ¿no es como ser cornuda consciente?”.“Muchos, en vez de ver una relación de a tres piensan que Nazareno tiene dos novias y lo ponen en un lugar machista. La verdad es que no somos dos mujeres a su servicio, los tres decidimos estar con los tres. No es que nosotras dos no tenemos nada y lo compartimos a él, nosotras también estamos de novias”, aclara Maira. Nazareno se corre de ese lugar: “Si yo me voy a comer un asado y ellas se quedan en casa, cenan, toman vino, hacen el amor, se acuestan a dormir y yo después vuelvo. No soy el centro de la escena. La vida real de una pareja de tres no son las fantasías sexuales que tuvimos todos. Acá hay sentimientos, hay familia. Tenemos responsabilidades, ya pasó a ser otro tipo de compromiso”.
8. ¿Cómo hago para tener una relación poliamorosa?
En su perfil de Instagram @poliamor333 reciben muchos relatos de personas que les cuentan sus historias de amores fallidos: historias de quienes querían ser tres y no se animaron por el qué dirán. “Yo lo intenté pero no seguí por mi familia”, o “salíamos a la calle y nos miraban mal”. “Una mujer de 85 años nos contó que había tenido un marido y un amante y que le habría gustado seguir con los dos, porque los quería a los dos, pero bueno, era amor prohibido en su época”, dice Maira.Muchos les preguntan cómo hacer con el entorno: cómo blanquearlo con los hijos o con los padres, por ejemplo. “Nosotros les decimos que somos una generación bisagra”, cuenta él, que tiene 42 años. “A los más grandes les cuesta pero a los más chicos, como pasó con mis hijas, no les llama tanto la atención”.