Geraldine afirma que le avisaron una hora después de que sucedió el hecho cuando los docentes vieron que no podían controlar la situación. Fue el abuelo del niño el que lo llevó caminando al hospital: “En el camino, mi hijo decía que se sentía mal y que pensaba que se iba a morir. Lo pasaron de urgencia a una sala de reanimación donde fue monitoreado”, afirmó a ElDoce.
Por suerte, el niño ya se encuentra en su casa, pero su madre asegura que está muy mal emocionalmente. “Hubo un mal manejo. Voy a hacer la denuncia que tenga que hacer. Estas cosas no pueden volver a ocurrir”, concluyó.