Gisel Giovanardi, directora de la institución nos decía al respecto: "No tocamos timbre, ponemos música para que los chicos salgan al recreo y después cuando apagamos la música, forman para ingresar al aula". Y durante cada uno de los descansos, "tenemos distintas actividades para poder contenerlos los 15 minutos". También hay una alfombra mágica. Los chicos de segundo y sexto grado la armaron el año pasado junto con la Bibliotecaria. Los pequeños "suben descalzos, leen y juegan con algunos juguetes. También están los guardianes de la paz, que son los chicos de sexto que hacen distintas actividades en los 15 minutos que duran los dos recreos". La varita mágica. Cada maestra tiene la suya y la ocupa para diferentes situaciones, como por ejemplo para llamar al silencio "o para que a los chicos les puedan salir las cosas. Siempre manejamos el tema de la palabra, para que la palabra construya y no destruya". Además las docentes tienen dos botellas, una celeste y otra rosada. Este método es utilizado "contra el enojo o si están nerviosos". El alumno en cuestión va a la dirección y toma una botella, "la sacuden, se sientan, respiran y ahí se calman para luego contar lo que les pasa". Consultada sobre cómo se van incorporando estos novedosos métodos, Giovanardi contó que "vamos pensando y generando situaciones nuevas para poder atraer a los chicos", y también como forma de contenerlos utilizando elementos simples y sencillos.
La docente afirma que "nos ha dado resultados. Todos los años tratamos de impartir cosas nuevas y crear cosas nuevas porque en realidad la educación es una puesta en escena, donde todos los días tenés que atraer a ese público que son los chicos, los educandos, sino se torna aburrida". Mientras Giovanardi habla con Elonce TV, los alumnos se le acercan y la abrazan, dando muestras del clima fraterno que se vive en la institución. "