Maia desapareció este último lunes a las 8.52 en el barrio Cildáñez en Parque Avellaneda, donde vivía en situación de calle con su mamá. Por su parte, Savanz, un cartonero del lugar, había comenzado a vincularse con Estela y Maia hacía alrededor de un mes. El hombre empezó a ganarse la confianza de la nena poco a poco mediante regalos y juegos durante las salidas para juntar cartón.
El lunes a la mañana, el sospechoso le ofreció a Maia cambiar su bicicleta por una más grande y le pidió que la acompañara. Como Estela había visto lo bien que el hombre trataba a su hija, le dio permiso para que fuera con él “hasta el otro lado de la avenida”. Como pasaron las horas y Maia no había vuelto, la mujer decidió hacer la denuncia. Fue entonces cuando se desencadenó el megaoperativo policial que aún continúa buscando a la nena.