Morales, quien se desempeñaba como albañil y era padre de tres hijos, iba acompañado por otras tres personas, en un automóvil Peugeot 504 que se había detenido por un desperfecto mecánico y permanecería detenido sobre la avenida a la espera de ayuda en horas de la madrugada, mientras llovía en la ciudad.
Respecto de la mecánica del accidente, de acuerdo a los datos que recabó Elonce TV, Hereñú conducía alcoholizado y se durmió momentos previos a la colisión. De hecho, cuando uno de los ocupantes del 504 descendió e incluso le hizo señas al conductor de la camioneta que se aproximaba, advirtió que quien conducía, lo hacía prácticamente con la cabeza sobre el volante, y en apariencia dormido. Para el defensor del imputado, el Dr. Ignacio Díaz, tal circunstancia, que Hereñú tenía 0,64ml de alcohol en sangre al momento de desencadenar el fatal accidente, debía ser evaluado como un atenuante para justificar la posibilidad de absolución y el pedido de suspensión del juicio a prueba.
De hecho, argumentó que el joven de Colonia Avellaneda se recibió de Martillero Público y ofreció el título como prueba. Sin perjuicio de ello, manifestó que "en las pericias se comprobó que las luces reglamentarias de la camioneta que conducía estaban encendidas".
Sin embargo, para el fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull, tales argumentos no fueron suficientes, rechazó el pedido de probation y solicitó que la causa se eleve a juicio "para que el imputado cumpla con una condena de prisión efectiva". (Elonce)