Policiales Gualeguaychú

Crimen del cuidador de complejo turístico: un testigo es la clave del caso

Dionel Benítez, un misionero de 51 años, fue hallado muerto en la tranquera de la entrada al complejo que cuidaba. Un tercero señaló a un brasilero de 28 años como el último en verlo con vida.
A medida que pasan las horas se van conociendo detalles sobre el crimen de Dionel Benítez, el misionero de 51 años hallado muerto en la tranquera de la entrada al complejo que cuidaba en la Calle 2, "Campos del Río". Un tercero señaló a un brasilero de 28 años como el último en verlo con vida.

El hombre fue encontrado con su rostro desfigurado, tirado en la tranquera de entrada al complejo "Campos del Río", situado en la Calle 2 y el camino de desvío que se comunica con la ex ruta 42.

Benítez era un misionero radicado en Gualeguaychú que trabajaba como cuidador del complejo. Aunque hasta el momento no se ha podido determinar cuál es el elemento que se utilizó para matarlo, se estima que el agresor pudo haber utilizado una madera o un fierro, con filo, con el que le dio repetidas veces hasta dejarlo prácticamente desfigurado.

Fue hallado por un vecino, que casualmente fue una de las últimas personas en verlo con vida. Este hombre, que se convirtió en testigo clave del caso, contó a los investigadores que en la noche del martes se había reunido con Benítez en la cabaña que ocupaba en el complejo, "para comer y tomar algo".

Fue durante su visita que llegó un tercero a la reunión. Se trata de un brasilero de 28 años, que habría mantenido una relación de amistad con la víctima, que se sumó a la reunión. Poco antes de la medianoche el testigo se retiró con la excusa que debía buscar a su hija y que al día siguiente debía trabajar. Cuando a la mañana siguiente se despertó y llevaba en su moto a su hija hasta la casa de su ex pareja, observó que en la entrada del complejo había un cuerpo tirado. Este testigo, sin saber en principio que se trataba de Benítez, dio aviso a la Policía y a partir de allí se desplegó todo el protocolo judicial.

Fue este hombre quien señaló a los investigadores el nombre y apellido del único sospechoso hasta el momento. Este brasilero de 28 años también se domicilia en la zona y fue fácil para la Policía dar con su paradero y detención. Fue trasladado a la Jefatura y se espera que el fiscal Guillermo Biré le tome declaración de imputado en las próximas horas.

Respecto al móvil del crimen, se descartó por completo que se trate de un homicidio en ocasión de robo, porque no había signos de faltante de cosas en la cabaña ni signos de violencia. Todo hace presumir que tanto la víctima como el supuesto homicida, mantuvieron la reunión hasta la madrugada y posiblemente alcoholizados iniciaron una discusión que terminó en tragedia.
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