Todo se inició cerca de las 4:30 cuando dos hombres con el rostro cubierto con pasamontañas redujeron a un custodio que se encontraba apostado en una garita de seguridad.
El vigilador fue golpeado y maniatado, mientras que poco después un compañero sufrió la misma suerte.
Enseguida, entraron otros cuatro individuos provistos de barretas que causaron destrozos en las puertas de siete puestos, en los que revolvieron las instalaciones y se hicieron de una importante suma de dinero.
El asalto duró pocos minutos y a la salida de uno de los puestos, a los delincuentes se le cayeron unos cien mil pesos.
Los delincuentes, que también perdieron otros 15 mil pesos en un segundo puesto, escaparon a la carrera hacia una zona de monte.
Los custodios recién pudieron deshacerse de las ataduras alrededor de 30 minutos más tarde y fue ahí cuando denunciaron el hecho.
Posteriormente, la Policía realizó varios allanamientos en los que se detuvo a un sospechoso, sindicado cómo líder del grupo delictivo, y se recuperó gran parte del botín.
En el hecho tomó intervención el fiscal Juan Alende, de turno en el departamento judicial de la capital provincial.
NA
