El conductor del utilitario, sólo hizo mención de que era empleado de Antonio, propietario de una firma con domicilio laboral en Avenida de las Américas y Crisólogo Larralde.
Desde la fuerza confirmaron que el cúmulo de irregularidades desembocó en que se labrara el acta por la supuesta infracción al citado cuerpo legal con posterior decomiso de 24 cajas de pollo entero de más de 20 kilos cada uno; 30 kilos de pata muslo, 10 kilos de pechuga y 10 kilos de milanesas de pollo preparadas.
El total de los productos incautados ascendió a un total de 530 kilos de carne aviar, los cuales debieron ser desnaturalizados por no estar aptos para el consumo humano, ya que carecían por completo de controles sanitarios y sin el contralor de la temperatura adecuada.