Paraná Por la bajante del río Paraná

Comenzaron a secarse las lagunas del Islote Curupí: "Hay mortandad de peces"

Por la bajante del río Paraná, comenzaron a secarse las lagunas del Islote y "la reproducción de peces se ve frenada, no pueden llegar al río y repoblarlo”, informaron a Elonce. Los efectos de la sequía.
El río Paraná mide 1.55 metros este martes a la altura del Puerto de la capital entrerriana. De acuerdo a los registros de Prefectura a los que accedió Elonce, el curso de agua se mantiene estacionario.

Elonce recorrió e Islote Curupí para conocer cómo afecta la bajante. Elías Sigura, guardaparques, comentó que “se están secando todas las lagunas internas. Este es un parchecito muy representativo porque podemos ver cómo nuestras islas tienen lagunas. Son los lugares donde los peces pueden encontrar refugio en sus primeros estadíos de vida para luego poder salir al río grande más desarrollados y no ser presa fácil de los depredadores. Con esta sequía tan abrupta toda esta reproducción de peces se ve frenada, no pueden llegar al río y repoblarlo”.
Por tal motivo, “se produce una mortandad de peces, la cual es aprovechada por las garzas, los lagartos overos. Al estar frenado esto de que no salen peces al río, hay que sumarle la sobrepesca, la contaminación del río, estamos degradando mucho uno de los recursos principales que es la pesca artesanal de esta zona. Hemos estado juntando peces en baldes para introducirlos al río, de paso identificamos las especies afectadas".

Indicó que "tener árboles en la laguna no es común, pero como estamos atravesando sequías muy prolongadas los árboles empezaron a crecer. No es normal".
Comentó que la gente “toma conciencia de la importancia del lugar cuando va recorriendo las pasarelas y conoce las diferentes especies, ambientes, hablamos de humedales, de los cuidados. Vemos la Isla Puente, la cual fue arrasada por el fuego, y la comparamos con el Islote Curupí. Hay lianas, enredaderas, estamos encontrando nuevas especies de insectos y peces. Es importante estudiar estos lugares, generar permanencia y cuidarlos”.

Por su parte, Enzo Culasso, abogado ambientalista, dijo que “vivimos la bajante extraordinaria e histórica, donde logramos ver la arena entre las dos islas, la cual es un signo de la crisis climática, que trae eventos climáticos extremos, como sequías e inundaciones. Vemos que no existe un manejo claro sobre las represas que están sobre la cuenca del río Paraná. Son 57 represas que están desde que nace el río Paraná y sus afluentes. El río está manejado por cuánta agua se deja liberar de las represas y esto está signado por la energía que producen estos países donde están las represas”.
Indicó que “hoy que vemos que hay una invasión de mosquitos en los humedales, se genera un control biológico, si los humedales se mantienen saludables, la propia población de insectos se controla a sí misma. Los humedales cumplen funciones clave, se llenan los acuíferos y llega agua purificada práxticamente, debajo vive innumerable diversidad y se almacena mucho carbono, son aliados clave”.

“Nos preocupa que no existe un estudio científico claro sobre la población de los peces del río y su estado de salud, pero se da cupo de pesca para los frigoríficos que exportan pescado de río y es algo que no logramos entender. El recurso pesquero está degradado”, agregó.

Opinó que “el río no está en su mejor estado, hay que tomar conciencia. Tiene que haber una solución política, entender que la naturaleza nos invita a unirnos y concertar con las otras jurisdicciones. Es una de las zonas más productivas del mundo, da vida a la biodiversidad y sustenta la vida de la gente que vive a la vera de este río. Los peces no se están pudiendo reproducir y son los que mantienen la cultura del río”.

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