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Cumplió 90 años el último chaná parlante, Blas Jaime

“Según mi manito, todavía tengo tiempo para cumplir varios años más, pero quisiera andar”, reveló al comentar que se traslada con la ayuda de un bastón. El salvador del chaná repasó a Elonce cómo descubrió su destino.
Blas Jaime, el último chaná parlante, cumplió 90 años. “Pero según el calendario chaná, tendría 107 años porque son 11 lunas, años más cortos y, por ende, tendría más años”, aseguró a Elonce.

“Según mi manito, todavía tengo tiempo para cumplir varios años más, pero quisiera andar”, reveló al comentar que se traslada con la ayuda de un bastón. Blas se encuentra viviendo en San Benito. “Tuve un accidente, me operaron de la cadera y los ojos; después, pasé tres años casi invalido en Paraná porque a veces no podía salir ni a la puerta y tenía que esperar a que pase alguien para que me compre para comer”, contó al mencionar que, gracias a su hija, permanece en una casa de esa localidad del área metropolitana.

“Nací para ser cacique y curandero, porque tenía los signos en la mano, el paladar y la panza, pero por muchos años, los indios fueron perseguidos, despreciados y maltratados. Entonces, mi familia decidió que yo aprendiera todo sobre la cultura, pero que no lo hablara con nadie por fuera del pueblo chaná. Eso fue hace 90 años, porque después empezó a ser menos peligroso el ser aborigen”, repasó Blas, quien, considerándose indocto, destacó que brindó charlas en universidades de distintos países “pero nadie sabe que nunca fui a la escuela”.
Al dar cuenta de su cultura, el último chaná parlante explicó: “Somos un pueblo lamanita y tenemos más de 15 mil años en América porque somos herederos del antiguo pueblo hebreo que vino a fundar la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días por la persecución en Europa y Asia”.

Blas Wilfredo Omar Jaime nació en El Pueblito, cerca de la ciudad de Nogoyá, en 1934. Cuando tenía 12 años su mamá le empezó a enseñar la lengua de sus antepasados: el chaná, que se consideraba extinta desde hacía 200 años.

“Cuando no tuvieron más que enseñarme, me dijeron que tenía que esperar una señal respecto de que el tiempo ha cambiado, que puedo hablar y me escucharán. Así fue como por casualidad, un amigo me pidió que lo lleve hasta la casa, donde me presentó una aborigen que había venido a dar un espectáculo para los niños en el Teatro; cuando ella supo que yo era chaná, me invitó para participar”, rememoró el salvador del chaná, una de las 15 lenguas nativas que aún se hablan en Argentina y que en 2013 fue plasmada en el libro y diccionario, “La lengua chaná, patrimonio cultural de Entre Ríos”, publicado por el Ministerio de Cultura y Comunicación de la provincia.
Según contó Blas a Elonce, cuando acudió a la invitación, una presentadora anunció que les iba a hablar un anciano chaná, pero no dijo su nombre. “Empecé a contar a los chicos cómo vivían los niños chanás, cómo les enseñaban a ser guerreros. Y así empecé”, reseñó.

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