
Carlos Balla, quien cumplía condena tras haber sido sentenciado, junto a Eduardo "El Gitano" Romero, a prisión perpetua por el asesinato del escribano y funcionario del Instituto Autárquico Provincial de la Vivienda (IAPV) Rubén Calero, había recuperado su libertad plena el 5 de enero de 2019, hacía ya unos años que gozaba del beneficio de la libertad condicional.

Balla, había sido encontrado a mitad de la década del 90 por una comisión policial liderada por Fermín Beltzer, en Buenos Aires, donde a través de una ingeniosa treta lograron hacerlo salir de la casa en la que se alojaba para capturarlo. El secuestro y asesinato de Calero fue el primer caso de resonancia mediática en la capital provincial, dio cuenta Elonce.
En su momento, con Carlos Balla, Eduardo Gitano Romero, Luis “Chino” Lenzi y Eduardo “Turco” Fadil, sentados en el banquillo, se ventiló la historia de aquel auto, en el que Calero llevaba a Eva Duarte y que fue interceptado por el Torino conducido por el Gitano Romero, en el cual finalmente, llegaron hasta la zona de la Fábrica de Portland, donde esperaba una lancha en la cual cargaron el cuerpo de Calero, a quien habían estrangulado con un torniquete y apuñalado en el abdomen.

Carlos Balla, en los años ’70, había formado parte del grupo parapolicial Comando Paraná, vinculado con la Triple A.