En ese sentido, Laura Eberle, docente de portugués y coordinadora de Lenguas Romances de Uader, manifestó a Elonce: “Los 2 de febrero es un día de honor y honra a Iemanjá porque nos ayuda a reflexionar desde un marco histórico, social y tal vez a partir de algún aspecto místico, espiritual la presencia de otros dioses, entidades dentro del consciente colectivo social”.
Asimismo, sostuvo: “Para entender que es Iemanjá, debemos pensar y reflexionar lo que significó la diáspora africana. Sabemos que hubo una trasplantación de una gran población negra del siglo XV y XVI hasta entrado el XIX, donde vino la fuerza de trabajo, la opresión, violencia, algunas prácticas sociales que permanecieron en el tiempo, entre ellas las religiosas”.
“Una manera de que las prácticas sociales se mantuvieron en el tiempo, fue a través del secretismo religioso que es una manera de amalgamar estructuras religiosas similares. En el caso de Iemanjá, ella permanece dentro del culto africano a través de Stella Maris”, expresó.
A su vez, indicó: “La libertad de culto en Brasil comienza en 1891 con la primera Constitución de la República, aunque no fue así ya que fue sesgada a prácticas de índole cristianas, por ejemplo, las protestantes con la llegada de los inmigrantes”.
Por último, se refirió a la celebración del 2 de febrero: “Stella Maris está siempre vinculada al mes de septiembre, octubre, en el canon de la iglesia católica. Hace poco más de 100 años, más precisamente en 1923, la región de Bahía tuvo problemas de sequía, falta de pescados y la economía del pescador empezó a disminuir. Desde ese momento se organizaron y empezaron a pedirle la apertura de peces para permitirles comer, lo cual sucedió con la llegada de los cardúmenes, así como las lluvias”. (Elonce)
