Y continuó: “Pasé de la felicidad que abraza lo nuevo, a la tristeza que da añorar aquello que se perdió”.
Remarcó que está “siempre agradecida a la vida por mi familia hermosa, mi crecimiento interno, por mis fortalezas y también mis recaídas, aprendí a gestionar el enojo y a darle importancia únicamente a lo que tiene valor”.
“Fue un año de apertura y mucha conversación. De darle lugar a mis libertades y necesidades. De contar mis vivencias sin prejuicios. Fue un año donde vi crecer a mis hijos consciente. Y sin distracción. Más atenta, más presente. Preparada para superarme en el 2024”, resaltó al finalizar