"El espacio entre heladeras y horno tiene 25 centímetros más que el estándar, que se los sacamos al salón. Se diseñó así desde que hicimos los planos. Es para que nadie te apoye en un pasillo", explicó en diálogo con Clarín.
Y fue por más, contando su experiencia personal siendo mujer y habiendo trabajado en las cocinas de diversos restaurantes. "Me pasó mil veces.. Te apoyan, te tocan el cu. . . . Pero en mi restaurante eso no pasa", sentenció la chef, que dice ser feminista y reivindica la labor de sus colegas en el ámbito de la gastronomía.