Con muchas ganas de compartir lo que le pasó, relata: "Por supuesto que me motivaba verme mejor, pero no era mi prioridad, y tampoco fue por algo estético. Mi salud empezaba a afectarse por el sobrepeso, aunque no había riesgo. No me sentía bien con la idea de buscar un embarazo si no estaba bien yo y no podía hacer de mi cuerpo el mejor vehículo posible para dar vida".
Y agrega: "No llevo adelante ninguna dieta en particular, sólo intento comer sano y controlar las porciones. Hago gimnasia, pero sin matarme. Cuando noto que me aprieta un poco el pantalón, dejo de comer galletitas dulces". Soltera y sin apuro, Rampolla cuenta: "¿Si en la calle me preguntan más por sexo o cómo adelgacé? De sexo, ¡sin dudas!".