Espectáculos "Una guerrera adormecida"

Nazarena Vélez: "La vida me enseñó que no hay mucho para esperar"

Nazarena Vélez volvió a hacer temporada en Carlos Paz. Dice que la vida le enseñó a no esperar nada, que sus finanzas se están equilibrando y que el año próximo sueña con volver a producir.
Nazarena Vélez
Foto: Nazarena Vélez
Crédito: La Voz del Interior
En la búsqueda de paz interior, Nazarena Vélez se refugia en la afueras de Carlos Paz, un espacio de tranquilidad donde además encara el comienzo de la temporada y del año. "No espero nada para el 2016, lo juro. Sacando, por supuesto, la salud y bienestar de mis hijos y de la gente que yo amo. La vida me enseñó que no hay mucho para esperar. No estoy eufórica cuando llegan las 12 del año nuevo o pidiendo deseos. Ahora dejo que la vida me sorprenda", dice Nazarena en las primeras horas del nuevo año. Pero más allá de no proyectar a largo plazo, lo cierto es que hoy subirá al escenario en lo que será el debut de temporada de Éramos tan amigas. "Soy una guerrera adormecida, en calma. Por eso decidí este laburo con Claribel (Medina) donde sólo vamos a estar dos días en Carlos paz y el resto girando por el interior. No tengo ganas de ver números y enloquecer. Quiero laburar, que me vaya bien, que a la gente le guste el laburo, ganar guita y volver a casa con los nenes", explica.

-En las últimas temporadas por aquí produjiste obras y actuaste con elencos grandes. ¿Este año no se dio o, simplemente, elegiste hacer algo más pequeño?
-Fue una elección este primer año después de Fabián (Rodríguez, su exesposo fallecido), venir a Carlos Paz dos días nomás y no tener ningún tipo de presión mas allá de la que yo ya tengo día a día. No es que nada me importa, pero estoy en son de paz, muy relaja y tratando de estar bien. Armar una obra y meterme a producir era un estrés que no sé si podría bancar. Si Dios quiere, lo tengo pensado para el año que viene. Ahora tengo que priorizarme un poco más.

-Contaste haber quedado muy endeudada con la productora. ¿Se han equilibrado las cuentas ya?
-Estamos cerca del kilómetro cero. Me faltan unas cosas con el Negro Cava, que me dijo que lo deje para lo último. Es un sol, un amigo. Si Dios quiere, en unos días ya liquido eso y luego lo que queda es nada. Así que ya puedo pensar en la posibilidad de arrancar, no con Jaz producciones, porque eso se fue con Fabi, pero sí con una nueva productora. No podía arrancar ahora si estaba debiendo guita.

-Decís ser una guerrera dormida, ¿podrás alejarte de los líos veraniegos?
-Si hace un par de años te decía que sí, seguramente te estaba mintiendo. Pero ahora tengo la energía puesta en otro lugar. Salvo que pase algo familiar, no hay nada que me pueda hacer saltar. ¿Qué me digan que actúo mal, o algo de la obra? Sí, saldré a defender la obra, pero desde otro lugar. Desde arriba del escenario. Pero la obra esta buenísima y va a tener un gran boca a boca. Claribel es una buena mina y una buena compañera. Siento que voy a tener una relinda temporada, y tranquila.

-Ocupás el lugar que dejó Adriana Salgueiro ¿cómo se dio eso?
-Ni idea, me llamaron y dentro de las posibilidades de laburo que tenía me pareció lo mas copado. La obra es buenísima, se van a reír mucho, pero va a haber un momento bastante heavy también. Es un desafío interesante.

-También queda la sensación que te vas a llorar todo?
-¡Sí!, pero esta vez va a ser por actuación. Por eso es un desafío. Pero está Claribel que es maravillosa, una mina que ya con la mirada transmite todo. Además es muy generosa. Se me hace fácil laburar con ella a pesar que el papel es complicado.

-¿Ya te adueñaste de tu personaje?
-Eso pasa con las funciones, creo. El personaje de Conie es heavy, porque es la que esconde la mentira. La gente se va a ir pensado en si algo así se perdona o no que una amiga oculte algo así. Lo que tiene es que es muy alejado a mi vida y, por eso, no lo puedo asociar con algo emotivo. Por otro lado, es un ejercicio que hacemos los actores para laburar los personajes.

-¿Te complica interpretar a alguien muy distinto a vos?
-Sí, cuando no tiene un pito que ver con vos es chino puro. No sirven de nada los métodos que alguna vez te explicaron. Nunca haría algo así, mis mejores amigas son mis hermanas y cuando yo relaciono amistad pienso que ni loca le haría esto a mi hermana. Me vuelve loca eso.

-¿Habías visto la obra?
-Nada y tampoco me quisieron mostrar ni un DVD. Preferían hacerlo así para que salga mi versión. Además, lo que tiene de interesante esta versión es que el papel que hacia Adriana ahora lo hace Claribel, o sea que para ella también es nuevo. Ella también le tuvo que encontrar otro sentido al personaje.

-¿Y qué dijo Claribel de tu versión?
-Trató de no meterse, es muy respetuosa. Yo le pedía un centro, pero no hubo caso...

-Y la "amiga" Nazarena ¿cómo es?
-Soy re buena mina, súper leal. Sacando un par de personas, mis mejores amigos tienen que ver con la familia. Yo te doy la vida, por eso una traición como la obra me puede doler tremendamente.

-¿Se te acercan mucho esos "amigos del campeón" en tu carrera?
-Sí, pero no me afectó en nada, porque mi realidad es adentro de mi casa. No me rodeo de famosos, no armo fiestas con gente del medio. Sí puedo compartir algo, pero mis almuerzos son en familia. De eso creo que me salvó ser mamá tan joven, a Barbie la tuve a los 19 años.

-De tu primera obra a hoy, ¿en qué cambiaste?
-Mi primera obra la hice a los 19 y en La Sombrilla con Pablo Alarcón, Gladys Florimonte, Tincho Sabala y Florencia Peña. Si me comparás con aquella Nazarena, ahora ¡soy Norma Aleandro! (risas)

-Cuando salís del país, ¿qué ponés en "ocupación"?
-En general, "Empleada". Me da cosa poner "Actriz".

-¿Y cómo creés que te reconoce la gente?
-Salvo Los Grimaldi, que ha sido como una marca mía, la gente no sabe bien dónde trabajé. Sabe que me vio en El champagne o en Boeing Boeing, pero me reconoce como trabajadora.

-¿"Los Grimaldi" puede volver a futuro?
-Está ligado a Fabi y, por eso, siento que al proyecto lo empezamos y terminamos juntos. Pero a la vez me encuentro con Georgina (Barbarossa) o (José María) Muscari y me piden "vacaciones Grimaldi". Me dicen que Fabi estaría feliz. No sé, todavía tengo unos grandes quilombos en la cabeza más allá de lo que se ve.

-¿Qué balance haces de tu último "Bailando"?
-Fue laburo, estuvo bueno, fueron cinco meses que pensé que no me iba a bancar. Fue parte de un camino que estoy empezando y en el que veo qué puedo y qué no. Lo hice por un tema económico, no voy a mentir. Me encontré recholula de Barbie, a quien veía bailar y me desmayaba, la gente pudo conocer su transparencia y su belleza. Además consolidó su pareja, que a veces con tanta exposición y dos madres tan heavies (ríe) se complica. Fede (Bal) es un tipazo y en la casa de ellos se respira amor.

-A Barbie se la ve independiente ahora, hubo un "soltar" de tu parte?
-Fue un "soltar" de mi parte y un crecimiento de ella. Barbie es una mujer muy sabia y un momento ambas necesitamos separarnos un poco. Por eso es genial que viva con Fede, ella está viviendo mi duelo, pero no desde el amor que siente por Fabi, si no casi como una viuda. Con terapia y hablando mucho, estuvo buenísimo su despegue. Ahora ya no es la "hija de". Es más, mucha gente dice: ahí está la mamá de Barbie, y me encanta.

-Supuestamente, Carmen Barbieri hará unas participaciones en una obra, ¿si la ves??
-La saludo a Carmen, no tengo problema. Es la mamá del hombre que ama a mi hija. Y está todo bien.
Fuente: La Voz del Interior

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