Espectáculos De crisis y otros pormenores

A dos meses de dar a luz, Julieta Prandi luce angelical y radiante

Sigue enamorada de la televisión y allí piensa seguir desarrollándose, sólo que irá eligiendo las propuestas que le permitan estar cerca de sus niños y ocupar el rol central en su crianza.
Julieta Prandi vive días inolvidables. Luego de enfocar su carrera en la conducción con Gracias por venir, gracias por estar junto a Gerardo Rozin, sobrevino el año sabático que anticipaba un momento de plenitud y dedicación a su familia. Y finalmente, hace menos de dos meses, llegó el pequeño que hizo realidad el sueño de darle un hermanito a su primer hijo, Mateo de 5 años. Junto a su marido, el empresario Claudio Contardi, vivieron un idílico parto natural. "Nació a las 10.20. Pesó 3, 578 kilos y me tiene tan desvelada como enamorada. Estamos a pura teta y un poco de mamadera porque es un glotón. Parir fue tan lindo que después tenía ganas de llamar a mi médica a cada rato. Claro, los primeros momentos de mamá por dos te sacan del paraíso y te traen a la realidad de lo poco que vas a dormir de ahora en más".

Dulce, angelical, radiante. Así se muestra Prandi, más emocionada y conectada con su rol maternal que nunca, después de haber recibido a Rocco. "Este bebé es una nueva oportunidad de aprender, la familia está feliz y recibirlo fue una fiesta para todos", expresó la bellísima rubia al salir de un evento, en su primera incursión pública después del alta médica. "No pude resistirme a venir y conocer esta nueva colección. Adoro ver a Mateo canchero y lindo, pero cómodo para hacer de las suyas. No soy de las madres que se estresan al verlos enchastrados. Lo mismo para el bebé. No lo quiero inmaculado, sino experimentando el mundo", dice embelesada con sus pequeños.

Con mucho humor, cuenta: "Ya tuve mi primer crisis en el sanatorio, a la tercer noche y sin llegar a casa. Estaba tan cansada que me largué a llorar. Yo creía que con el segundo estaba más preparada, me había armado de guaguita, cochecito, fular, catrecito y todos los elementos, pero por más ayuda que tengas lo cierto es que un bebé recién nacido requiere al principio teta cada una hora, de día y de noche, atender los cólicos, en fin, un ritmo bravo".

De los cambios familiares, relató: "Mateo estuvo todo el embarazo contando todo lo que le iba a enseñar a su hermano, feliz con su llegada y en el rol de maestro. Ahora que nació si bien está sensible, es cariñoso con Rocco y los celos son para con nosotros. Yo soy una mamá presente, lo voy a buscar al jardín, lo baño, lo llevo a pasear, le preparo la comida, comparto todo. Entonces eso hay que ir acomodándolo de nuevo con dos porque ir a la puerta del jardín con el bebé cuando hace frío no es tan sencillo. Y, claramente, él lo sintió a partir del nacimiento porque embarazada no dejé de hacer nada, ni de trabajar ni de ocuparme de él. Hasta un día antes del parto lo llevé a merendar al shopping y a los juegos. Por ahora, lo manejo e intento darle su exclusividad. Por ejemplo, el día que me fueron a buscar con el papá a la clínica para ir a casa, yo tenía todo organizado, el bebé dormido en la cunita y una almuerzo improvisado para los tres con ñoquis que es su plato favorito. Ese momento fue inolvidable y de mucho disfrute. Nos marcó a todos esa salida de la clínica, unidos y recibiendo a una nueva vida llenos de amor".

Propuestas laborales

En cuanto al trabajo, Prandi sigue enamorada de la televisión y allí piensa seguir desarrollándose, sólo que irá eligiendo las propuestas que le permitan estar cerca de sus niños y ocupar el rol central en su crianza. "La ficción me encanta, amo la comedia, pero por ahora si bien quiero volver a trabajar en el medio, veo difícil la tira. No quiero comprometerme a un trabajo de 10 horas diarias porque me perdería todo con mis hijos ¡Quiero estar!".

Igualmente, las propuestas no se detienen. "Ya me están llamando para campañas como modelo y tengo algunas cosas cerradas de conducción tanto para octubre como para noviembre, fechas en donde hay bastantes eventos empresariales, pero iré probando cuánto tiempo se banca Rocco hasta que esté a los gritos limpios y haremos los tramos de separación de a poco y sino me lo llevaré, es un privilegio que a veces te da este trabajo y yo, agradecida por eso, soy mamá pegota. Aunque despejarse vale, mis hijos son lo más importante".

Ante la pregunta de rigor -aunque es muy pronto- acerca de las ganas de ser mamá de una nena y si se animará a una tercera vez de comprar batitas, arroja con carcajada incluída: "¡No lo sé, si sobrevivo, ahora no lo puedo pensar".
Fuente: La Nación

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