
En diálogo con Elonce, Flavia Muñoz, referente de la bodega Los Aromitos, expresó que este 2023 “nos encontró con un clima mucho más áspero que siempre. La sequía y el muchísimo calor aceleró el proceso de maduración de la uva y ese sol que impacta en la planta acelera el proceso de fermentación. Al momento de controlar los grados brix para la cosecha, tuvimos que adelantarnos casi un mes y reestructurar las fechas”.

Todos los productores vitivinícolas de la provincia están en la misma situación. “Nosotros todos los años estamos aprendiendo y viendo cómo va yendo cada vino y este año tuvimos que implementar un sistema de riego por goteo, como se usa en Mendoza, si bien no somos partidarios de esa medida, pero la sequía nos obligó”, contó.

