En el Banco Central estiman que esta medida implicará una oferta disponible de dólares de entre u$s1.500 a u$s2.000 millones. Para algunos, suficiente para afrontar las próximas jornadas. Otros quieren ver el comportamiento de los minoristas porque si bien la demanda de divisas fue potenciada por grandes inversores, el temor es que la memoria dolarizada de los locales soslaye las nuevas tasas. Por lo pronto, en el BCRA consideran que la liberación de parte de la Posición General de Cambios (PGN) de los bancos ayudará a estabilizar, pero igual dicen estar preparados por las dudas. Al respecto, el mercado no deja de sospechar alguna intervención oficial en el mercado de futuros del dólar. Sin embargo, fuentes cercanas a la banca oficial y al mercado sostienen que en las últimas jornadas no se vio a ninguna entidad oficial ni al BCRA operar en el futuro.
Los inversores monitorearán hoy el mercado financiero, claro que con el otro ojo seguirán de cerca la cotización del billete estadounidense. Pero sí las tasas, que el viernes brindaron un respiro, es más el BCRA tuvo que intervenir para que los rendimientos de las Letras cortas no cayeron más. La tasa de mayo pasó de 36,7% a 34,5% y el Central sólo vendió $1.000 millones y en el plazo de junio que bajó al 32%. O sea, fue sólo el mercado el que ajustó los rendimientos. Señal quizás de que la posición de liquidez del sistema se ha equilibrado. Aunque todos miran hacia mediados de mes, que a la luz de los acontecimientos luce bien lejano, pero es cuando vencen casi $700.000 millones de Lebac. Si la estrategia del BCRA sigue firme, deberá acomodar los nuevos rendimientos a la suba del mercado secundario, que en buen romance significaría que del 26,5% pactado en la licitación de abril debería subir no menos que 700 puntos básicos.
Argentina ahora lidera el ranking de tasas de interés en el mundo. (Ámbito Financiero)