El Ministerio de Seguridad de Santa Fe y el club Unión habían solicitado durante la jornada a la Liga Profesional de Fútbol (LPF), que el partido ante Sarmiento de Junín se jugara por la tarde y el pedido fue aceptado por las autoridades encargadas de la organización del encuentro.
El pedido se debió a la convulsionada realidad institucional y deportiva del equipo santafesino, que se agravó anoche con la eliminación de la Copa Argentina a manos de Almagro, un equipo que navega en mitad de tabla en la Primera Nacional, por lo cual la Liga Profesional aceptó la modificación de horario.
El objetivo de las autoridades de seguridad de la provincia es que el partido termine de día para facilitar la tarea de los efectivos policiales que participarán del operativo, que además será reforzado con al menos 50 agentes.
El descontento de los simpatizantes y socios de la institución tiene su base en el aspecto deportivo, en especial por la falta de refuerzos de jerarquía, pero incluye reclamos a la dirigencia por las inhibiciones que arrastra el club en FIFA por deudas, pese a que en el último receso vendió en cifras millonarias a Juan Portillo y Juan Nardoni.
