El defensor de 35 años nacido en Hasenkamp, que arribó al Lobo en 2020, quiere ir a Santa Fe por un tema personal y familiar, pero la postura del conjunto platense es obtener a cambio algún tipo de compensación porque el central tiene contrato vigente hasta el 2022.
En caso de que esta negociación no termine como desea el hasenkampense surgido en Huracán, el Guerrero podría colgar los botines y ponerle fin a una extensa carrera que hasta el momento también cuenta con pasos por Lanús, América de México y Boca.