El jugador de 21 años estalló de bronca y ante un cambio de lado llegó al banco estrellando su raqueta contra el mismo y en uno de esos golpes alcanzó el brazo de su padre, Apostolos, que hace las veces de capitán del equipo. El progenitor se fue del banco y lo dejó solo, pero la situación no pasó desapercibida por su madre.
Juia Apostoli, que siempre acompaña a su hijo a todos los eventos, se levantó de su silla en el público y se acercó al campo de juego para reprocharle a su hijo por su actitud.