El equipo argentino arrancó mejor, con el dominio territorial y prolijidad en el manejo de la pelota. Así pusieron en aprietos al equipo peruano con una serie de aproximaciones que sólo quedaron en amagues. No fue sino a hasta los 21' que Botta alcanzó a desviar un centro y la pelota fue a parar donde estaba Fértoli, que no pudo empujar al gol cuando estaba cerca de la línea de gol.
Pero los descuidos del ciclón casi le cuestan caros. A los 26' la defensa marcó en un centro que le quedó a Arias y este definió afuera en el mano a mano con Monetti. Después, a los 31', Cuesta probó tras un centro atrás y se desvió en un pie rival que terminó en un córner. Una señal de mejoría del conjunto local, que terminó emparejando sobre el final de la primera etapa.
Del complemento poco hubo para contar porque ambos equipos intentaron sin armas para lastimar al rival y mostraron mucho cuidado para cuidar el cero en el arco propio. Con el correr de los minutos se empezó a imponer aquella premisa futbolera que pregona que cuando no se puede ganar, mejor es no perder. Y así, casi sin situaciones en las áreas, se apagó un partido sin emociones que no quedará en la memoria de nadie.
