"Me produjo mucha alegría. Por los efectos que tiene el fútbol sobre la felicidad de los pobres, y hasta por la duda que se posó hasta sobre el mejor jugador del mundo. Había una presión muy grande, desmedida e injusta sobre jugadores que habían jugado tres finales en muy poco tiempo", sostuvo Bielsa en conferencia de prensa.
Para el rosarino, que fue entrenador del seleccionado en Corea y Japón 2002, en el que, según él, protagonizó "uno de los peores fracasos" del fútbol argentino, "las perspectivas para el Mundial son las mejores. La clasificación descomprimirá el talento del equipo".
"Si bien llegó en el partido contra Ecuador, con absoluta facilidad podría haber sucedido contra Venezuela o Perú, donde el equipo pudo y marcó las diferencias necesarias para ganar ambos partidos con comodidad", señaló Bielsa, actual entrenador de Lille en Francia.
